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Fenomenología del espíritu
Libro

Fenomenología del espíritu

Bamberg/Würzburg, 1807 Mehr

Clásico de la literatura

  • Filosofía
  • Deutscher Idealismus

De qué se trata

El desarrollo dialéctico del espíritu humano

El libro Fenomenología del espíritu de Hegel es tan complicado que ha sido calificado como probablemente el libro más complicado e incomprensible de toda la historia de la filosofía. En alrededor de 600 páginas intenta analizar las manifestaciones del espíritu humano: de la percepción, pasando por el entendimiento, la conciencia, la autoconciencia, la razón, el espíritu y la religión hasta el “saber absoluto”, la filosofía. Hegel completó el escrito en Jena, justo en el momento en que Napoleón se disponía a infligir una aplastante derrota a los prusianos en la doble batalla de Jena y Auerstedt. No es de sorprender que Hegel viera en Napoleón “el espíritu del mundo a caballo”. La obra de Hegel –junto a las de Fichte y Schelling– no es solo otra forma del idealismo alemán, sino una de las obras de filosofía más conocidas y comentadas en general; sobre todo, gracias al principio de la dialéctica: de una serie de negaciones se desarrolla el espíritu, pero también la realidad, en formas cada vez más elevadas. Esto se puede observar en los fenómenos más pequeños de la naturaleza, así como en la historia de la humanidad. La fama de Hegel aumentó con sus críticos e intérpretes. Entre los más conocidos se encuentra Karl Marx, quien quería “darles la vuelta” a algunos de los elementos del sistema de Hegel para “ponerlos de pie”.

Resumen

La certeza sensible

Si queremos analizar cómo la conciencia humana obtiene saber y conocimiento, debemos empezar con el saber inmediato. Este es un saber puramente sensible. Lo que asimilamos con los sentidos nos parece ilimitado: entramos en el bosque y vemos, escuchamos, olemos y saboreamos una diversidad incontenible. Por eso, este saber nos proporciona el conocimiento más rico, ya que, sin importar cuánto nos esforcemos, no encontramos un principio ni un final en la abundancia que se nos ofrece cuando confiamos en nuestros sentidos. El saber intermedio es verdadero porque, para entenderlo, no necesitamos un saber previo. Simplemente está ahí, sin restricciones y sin comprensión previa. El conocimiento de que algo es, es el comienzo del conocimiento.

Cuando experimentamos un objeto sensorialmente, ese objeto en sí mismo no es lo único que se necesita para el conocimiento. Para ello se requiere también un sujeto que mire el objeto. También se puede decir que, en cierto sentido, el objeto se duplica:

  1. Existe “en sí mismo”, es decir, completamente independiente de un sujeto que lo mira.
  2. Existe “para otro”, es decir, en relación con el sujeto que lo...

Sobre el autor

Georg Wilhelm Friedrich Hegel nació en Stuttgart el 27 de agosto de 1770. El padre pietista y devoto previó una educación teológica para su hijo. Después de la escuela latina, el joven Hegel se cambió al instituto de enseñanza media de Stuttgart. Fue un excelente estudiante. En 1788 ingresó en el seminario protestante de Tubinga. Aquí estudió teología y filosofía durante cinco años, se hizo amigo de Friedrich Hölderlin y Friedrich Schelling y disfrutó de la vida estudiantil. Al final de sus estudios decidió que no quería ser sacerdote. Mientras que su compañero y amigo Schelling tuvo éxito rápidamente y ya obtuvo un puesto de catedrático a los 23 años, Hegel se afanaba desde 1793 como profesor privado en Berna y posteriormente en Fráncfort. En 1801 llegó a Jena, donde Schelling y más tarde también Goethe ayudaron a que su carrera despuntara. En 1805 obtuvo su primera cátedra no remunerada en Jena, que solo se alimentaba de oyentes. En Jena salieron a la luz del mundo tanto la Fenomenología del espíritu como su hijo ilegítimo. Después de la invasión francesa, Hegel huyó de Jena. Su camino lo llevó de Bamberg a Nuremberg, donde se hizo cargo de la dirección del Ägidiengymnasium. Aquí apareció su libro de texto Ciencia de la lógica (1812-1816). En 1811 se casó con Marie von Tucher, con quien tuvo tres hijos. Heidelberg representó otra estación de paso para el gran éxito de Hegel: en 1816 aceptó la cátedra de filosofía en la universidad de esa ciudad y publicó la Enciclopedia de las ciencias filosóficas (1817). Finalmente, siguió a Fichte en la cátedra de la Universidad Humboldt de Berlín. Aquí ascendió a “filósofo del Estado prusiano” y daba clases magistrales en aulas abarrotadas. Su reputación se extendió por toda Europa. Hegel murió el 14 de noviembre de 1831 en Berlín a causa de una epidemia de cólera que se extendió en esa ciudad.


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