Jules Verne
La vuelta al mundo en ochenta días
Was ist drin?
En una de las novelas de aventuras más populares de Julio Verne, una apuesta arriesgada lleva a darle la vuelta al mundo en tiempo récord.
- Historia de aventuras
- Realismo
De qué se trata
La vuelta al mundo en tiempo récord
Julio Verne alcanzó finalmente la fama mundial con esta historia de aventuras, probablemente su obra más popular. La vuelta al mundo en ochenta días tocó la fibra sensible de sus contemporáneos: hacia finales del siglo XIX, los logros de la tecnología moderna habían unido al mundo cada vez más, por lo que la cuestión de qué tan rápidamente se le podía dar la vuelta al mundo era material gratificante para una novela. Lo que a primera vista parece una estricta historia de aventuras, tiene también un significado más profundo. Phileas Fogg, el protagonista de Julio Verne, apuesta la mitad de su fortuna a un viaje en el que le daría la vuelta al mundo en 80 días; sin embargo, para lograrlo, el único factor decisivo no son los barcos de vapor ni los trenes expresos, como podría pensarse, sino que una y otra vez el ingenio y el coraje humanos son necesarios para superar los obstáculos imprevistos. El verdadero equipo del éxito lo forman el dúo del ser humano y la tecnología. No menos importante es que el buen resultado de la historia demuestra la convicción de Verne de que “la osadía ayuda a la felicidad”. Con esta novela, Julio Verne creó un clásico que aún cautiva a los lectores, a pesar de que ya se ha logrado darle la vuelta al mundo en menos de 80 días.
Ideas fundamentales
- La vuelta al mundo en ochenta días es una de las novelas de aventuras más populares y la obra más exitosa de Julio Verne.
- Phileas Fogg es un excéntrico caballero inglés, conocido por su puntualidad y porque nunca sale de viaje.
- Su criado es el dinámico francés Passepartout, osado y ocurrente.
- En 1872, Phileas apuesta con algunos amigos de su exclusivo club de caballeros que es posible darle la vuelta al mundo en 80 días.
- Pone como apuesta la mitad de su fortuna y toma la otra mitad para los gastos de viaje que se presenten en el camino.
- El detective Fix toma a Phileas Fogg por un buscado ladrón de bancos y persigue al caballero y al criado alrededor del mundo.
- En el camino, rescatan a Aouida, una belleza india, de ser quemada como viuda según una vieja tradición hindú y la llevan en su viaje para protegerla.
- Después de numerosas aventuras y pasados 80 días, Fogg regresa a Inglaterra, donde es arrestado de inmediato por Fix, por lo que cree que perdió la apuesta.
- Sin embargo, como ha estado viajando alrededor del mundo hacia el oriente, Fogg ha ganado un día y la apuesta todavía puede decidirse a su favor.
- Al final, Phileas Fogg y Auoida, que se enamoraron durante el viaje, se casan.
- La novela se basa en una historia real: en 1870, el estadounidense George Francis Train realmente le dio la vuelta al mundo en 80 días.
- La historia de aventuras de ritmo vertiginoso de Julio Verne ha sido traducida a muchos idiomas y se ha filmado varias veces.
Resumen
El caballero y su criado
Phileas Fogg es la imagen ideal del caballero inglés: rico e independiente, bien parecido y galante, de calma estoica y sereno, con un estilo de vida estrictamente regulado. Es uno de los miembros más prominentes del exclusivo Reform Club, donde, por lo general, pasa la mayor parte del día leyendo periódicos y jugando a las cartas. El 2 de octubre de 1872, Jean Passepartout, un francés fuerte y amistoso, se presenta a la vacante para valet de Phileas Fogg. Passepartout está en busca de un caballero con un currículo ordenado porque quiere encontrar paz y distanciarse de su inestable modo de vida pasado.
La apuesta
Después de la contratación del francés, Phileas Fogg, como de costumbre, se va al club. Allí, la conversación durante el juego de cartas gira en torno a un robo descarado, en el que un ladrón, que se presentó como un perfecto caballero, le birló al Banco de Inglaterra 55 mil libras. A continuación, se inicia una discusión sobre si el mundo se ha vuelto “más pequeño” debido a los avances tecnológicos más recientes. Al final, Phileas Fogg y sus compañeros de juego acuerdan una apuesta por más de 20 mil libras, la mitad de su fortuna: darle la vuelta al mundo en 80 días. Para ganar la apuesta, debe estar de regreso en el club el domingo 21 de diciembre, a las 20:45 horas. Por supuesto, antes de ponerse en marcha esa misma noche en el tren a Dover, dirige el juego de cartas hasta el final.
Comienza el viaje
Passepartout casi no podía dar crédito a sus ojos cuando su nuevo amo llega a casa temprano el primer día y le dice que parten de inmediato a un viaje. El tiempo es suficiente para empacar una bolsa de viaje con lo esencial. Phileas Fogg pone en su bolsillo un fajo de billetes por 20 mil libras para los gastos del viaje.
“Fogg era el miembro más extraño y al mismo tiempo el más notable del Reform Club de Londres, aunque el trabajo de su vida parecía consistir en no hacer nada en ningún lado que pudiese llamar la atención””.
Mientras Phileas Fogg y Passepartout emprenden las primeras etapas de su viaje, la noticia de la loca apuesta se extiende como fuego. Del Suez egipcio llega sorpresivamente a Londres un telegrama en el que se solicita una orden de arresto contra Fogg. El telegrama proviene del detective inglés Fix, quien mientras observaba pasar a los pasajeros del barco, se encuentra con Passepartout cuando este solicitaba una visa del consulado para Fogg. La descripción personal de Fogg en el pasaporte corresponde exactamente a la del ladrón de del banco. Fix está seguro de que ha encontrado a su hombre, pero no puede impedir el viaje de Fogg a Bombay hasta que llegue la orden de arresto de Londres.
Aventura en India
En el viaje por tren a Calcuta, para su sorpresa, Phileas Fogg y Passepartout se enteran de que aún no se ha completado un tramo de la vía ferroviaria y que los propios pasajeros deben organizar el transporte hasta la siguiente estación. Phileas Fogg adquiere un elefante por dos mil libras y contrata a un guía. En el camino a través de la jungla, los viajeros se encuentran con una procesión fúnebre que transporta a una joven prisionera. El guía les informa que el muerto es un cierto rajá de Bundelkund y que la mujer es su viuda, que debe ser quemada viva a la mañana siguiente junto con el cadáver. La joven mujer es una bella india llamada Aouida, hija de un rico comerciante de Bombay. Cuando Phileas Fogg descubre que la mujer se vio obligada a casarse con el viejo gobernante e intenta escapar de su destino, decide salvarla. Pero este plan no se logrará sino hasta la mañana siguiente con ayuda de un truco de Passepartout: cuando la pira ya está ardiendo, el cadáver del rajá se levanta de repente (en realidad, es Passepartout vestido con la ropa del rajá), se lleva a la mujer sobre los hombros y desaparece en la distancia. El secuestro tiene éxito. Aouida resulta ser una dama extraordinariamente encantadora y educada que habla inglés sin acento, ya que su crianza siguió el modelo inglés. Cuando Fogg se entera de que ella no está a salvo de la persecución de los fanáticos hindúes, decide llevarla a Hong Kong, donde deberá vivir con un pariente rico suyo.
En dirección a Japón
Phileas Fogg y Aouida pasan mucho tiempo juntos durante su viaje a Hong Kong en barco de vapor. El detective Fix viaja secretamente en el barco, que llega a Hong Kong con un retraso de 24 horas debido a una tormenta. Por el conductor, los viajeros se enteran de que el barco de vapor que conecta con Japón no zarpará sino hasta la mañana siguiente debido a una reparación. Fogg descubre que el pariente rico de Aouida se ha establecido en Holanda y decide llevarla a Europa. En la oficina de navegación, Passepartout y Fix se enteran de que el barco de vapor ha sido reparado y que saldrá esa misma noche. Fix decide engañar a Passepartout y lo invita a un bar, que resulta ser una guarida de opio. Cuando Passepartout se rehúsa a traicionar a su amo, el detective consigue que fume una pipa de opio, por lo cual, el criado cae atontado al suelo.
“En realidad, Jean Passepartout es un apodo que me queda, porque tengo el don natural para salir de todo apuro””.
A la mañana siguiente, Phileas Fogg y Aouida se dan cuenta de que el barco de vapor hacia Yokohama ya ha zarpado. Pero Fogg encuentra a un piloto que está dispuesto a llevar al grupo en su barco piloto a Shanghái, desde donde sale un barco de vapor que viaja por Japón hasta San Francisco. En el muelle, Fix aprovecha la oportunidad para presentarse con Fogg y Aouida. Sin saber que lo están vigilando, el caballero invita al inspector de policía a ir a Shanghái en la goleta.
“El pasaporte comenzó a temblar en sus manos. ¡La descripción personal que constaba en el pasaporte correspondía exactamente a la que había recibido del director de la policía de Londres”!
Mientras tanto, Passepartout está de regreso en el barco de vapor en el que Phileas Fogg originalmente quería viajar de Hong Kong a Japón. Se pregunta cómo logró llegar al barco antes de que zapara. Busca en vano a Fogg y Aouida. A Passepartout lo atormentan los remordimientos y la falta de dinero. A su llegada a Yokohama, no tiene ni un centavo en el bolsillo. Entonces ve el letrero de un circo estadounidense y se enrola ahí. Para su sorpresa, en la primera presentación ve a Fogg y Aouida entre el público que viaja de Shanghái a Yokohama. Otra vez reunidos, se embarcan juntos rumbo a Estados Unidos. A bordo, Passepartout se encuentra a Fix, quien por fin recibió en Japón la orden de arresto contra Phileas Fogg y ahora lo está siguiendo a Estados Unidos. Fix le asegura a Passepartout que ahora apoyará el viaje de Phileas Fogg a Inglaterra porque solo ahí puede arrestarlo.
A través de Estados Unidos
En San Francisco, los viajeros abordan el tren rumbo a la costa este. En el camino, son atacados por los indios sioux. En una maniobra arriesgada, Passepartout logra desacoplar los vagones del tren cerca de la estación de Fort Kearney y rescata a sus compañeros de viaje. Los sioux huyen de los soldados apostados allí, pero luego faltan tres pasajeros, entre ellos, Passepartout. Phileas Fogg no duda en arriesgarlo todo para liberar a su criado de las manos de los indios y con algunos soldados sigue a los sioux que están huyendo. Fix se queda atrás para proteger a Aouida. Mientras tanto, el conductor del tren conduce la locomotora de regreso hacia la estación. Pero Aouida se niega a seguir adelante sin Phileas Fogg y se queda atrás con Fix. A la mañana siguiente, el grupo de soldados regresa con Phileas Fogg, Passepartout y los demás prisioneros. El rescate tiene éxito.
“Después hizo que le sirvieran la comida en el camarote. Ni siquiera se le ocurrió que podía visitar la ciudad. Pertenecía a la clase de los ingleses que hacen que sus criados visiten los países por los que viajan”.
Para este momento, Fogg tiene 20 horas de retraso en su itinerario. Fix le informa sobre la posibilidad de tomar un trineo hacia la estación de trenes de Omaha, desde donde salen muchos trenes con dirección a Chicago. El viento es favorable y pronto los viajeros salen disparados a gran velocidad sobre la helada pradera. En Omaha, encuentran un tren expreso listo para partir. Continúan hacia Chicago y luego a Nueva York. Una vez allí, se enteran de que el barco de vapor zarpó rumbo a Liverpool 45 minutos antes.
De vuelta en Inglaterra
En el puerto, Phileas Fogg encuentra un barco con casco de hierro y una superestructura de madera listo para navegar al día siguiente a Burdeos, pero el capitán se niega pasar por Liverpool, aunque solo lleva carga. No obstante, acepta llevar a los cuatro viajeros a Burdeos por la suma exorbitante de dos mil dólares por pasajero. Un día después, Phileas Fogg toma el mando del barco. Se ha arreglado con la tripulación y encierra al tosco capitán en su camarote. Fogg conduce el barco rumbo a Liverpool a todo vapor. Cuando el carbón escasea, manda traer al capitán a cubierta, quien le vende el barco en 60 mil dólares. A continuación, Phileas Fogg corta la superestructura de madera pieza por pieza y la quema en una caldera de vapor. Dirige el barco hacia Irlanda, desde donde el grupo de viajeros se traslada, en el último día de la apuesta, en una lancha rápida a Liverpool, a donde llegan a las 11:40 horas de la mañana. Ya están a solo un viaje en tren de seis horas hasta Londres, todavía se puede ganar la apuesta, pero en ese momento, Fix pone su mano en el hombro de Phileas Fogg y lo arresta.
“Siempre fue el mismo, el frío miembro del Reform Club que no permitía que nada ni nadie lo molestase. No parecía tener ninguna cosa más en mente que los cronómetros de a bordo””.
Unas horas después de que Phileas Fogg es encarcelado, se anuncia que el verdadero ladrón de bancos había sido detenido tres días antes. Pero, para ese momento, el tren expreso a Londres ya partió. Fogg alquila un tren especial, pero también tiene que luchar contra retrasos inevitables. Cuando Phileas Fogg finalmente llega a Londres, los relojes marcan las nueve menos diez. La apuesta se ha perdido por cinco minutos de retraso.
La mañana siguiente
A la mañana siguiente, Phileas Fogg no va al club. La apuesta perdida y los altos gastos de viaje lo han arruinado. Por la noche, espera a la señora Aouida y le informa que ahora es prácticamente indigente. En realidad, había planeado poner a su disposición parte de su fortuna para su mantenimiento. Además, no tiene amigos ni padres que puedan ayudarlo. Aouida lo consuela y le pide que se case con ella. Phileas Fogg también le confiesa su amor a Aouida. Llama a Passepartout y lo envía por el cura. La boda se fija para el día siguiente.
“Phileas Fogg observaba el espectáculo de un mar furioso, cuya ira parecía estar dirigida directamente contra él, sin perder su impasibilidad. Ni una sola vez hubo surcos visibles en su frente””.
Después de que el verdadero ladrón fue arrestado en Edimburgo, la atención del público inglés se centra una vez más en el viaje de Phileas Fogg alrededor del mundo. También sus cinco amigos del club, que ya lo habían descartado, vuelven a preocuparse por el resultado de la apuesta. El sábado, el día de la apuesta, los cinco han estado en el club desde las nueve de la mañana. A las 20:25 horas llegan a la conclusión de que Phileas Fogg ha perdido la apuesta: no viajó en el último tren de Liverpool ni su nombre figura en la lista de pasajeros del último barco procedente de Nueva York. No obstante, todos están nerviosos. Son las 20:44 horas, corren los últimos segundos. Cinco segundos antes de la hora límite, se produce un ruido afuera. Poco después, Phileas Fogg entra en el salón del club. ¡Ha ganado la apuesta!
“Míster Fogg estaba tan tranquilo y tan poco comunicativo como siempre. Su joven compañera se sentía cada vez más atraída por este hombre. Sus sentimientos iban más allá de la mera gratitud””.
La solución del enigma: Passepartout salió a buscar al cura a las 20:05 horas. Después de una espera de alrededor de 20 minutos, se enteró de que no era domingo sino sábado. Los viajeros habían ganado un día al darle la vuelta al mundo con dirección al oriente. Tan rápido como pudo, corrió con su amo. Cuando escuchó las buenas noticias, Fogg se apresuró a salir de la casa, saltó a un coche que pasaba y pudo llegar a tiempo al Reform Club. Phileas Fogg y la señora Aouida se casan 48 horas después. La vuelta al mundo no le dejó ninguna ventaja financiera a causa de los altos gastos de viaje. Pero sin el viaje, no habría conocido a la mujer que ahora lo hace feliz. En conjunto, el viaje valió la pena.
Acerca del texto
Estructura y estilo
La trepidante historia de aventuras de Julio Verne está dividida en 37 capítulos. Ya desde los títulos de los capítulos se crea una alusión misteriosa de tensión (por ejemplo, “El capítulo ocho revela la tendencia de Passepartout a hablar de más, lo que en realidad resultará bien”). Verne estructura las transiciones de sus capítulos con la misma rapidez con que los protagonistas de la historia cambian de medios de transporte en su apresurado viaje alrededor del mundo. Por lo general, va impacto tras impacto. En el medio, hay aportaciones breves sobre temas culturales, marítimos y técnicos. Ninguna parte de la historia es excesivamente detallada, los sucesos siempre se agilizan con brío. A pesar del desarrollo directo, Verne se las ingenia para entretejer inteligentemente varios hilos argumentales –a saber, cuando los viajeros se separan temporalmente– y relacionar entre sí de manera creíble a los personajes principales. Fogg, por ejemplo, se relaciona con Passepartout porque este quiere trabajar para un señor con un estilo de vida determinado; ambos se relacionan con Fix porque Fogg quiere obtener una visa para documentar su viaje en su pasaporte; conocen a Aouida porque toman un atajo por la selva en un elefante debido a un tramo sin terminar de la línea del ferrocarril. Y todo está condimentado con una buena dosis de humor y algunos puntos culminantes originales, como el hecho de que los viajeros lleguen a Londres después de 80 días de viaje con solo cinco minutos de retraso; en conjunto, la novela ofrece una narración entretenida y divertida.
Planteamientos de interpretación
- La novela es, principalmente, una trepidante historia de aventuras. Las condiciones de la apuesta crean el elemento de tensión de una carrera contra el tiempo.
- Los personajes principales representan tipos originales: el excéntrico caballero inglés Fogg que nunca pierde la calma; el impulsivo francés Passepartout, que quiere escapar de su vida inestable y se involucra en las aventuras más turbulentas; el obstinado perseguidor Fix; la hermosa india Aouida, y demás.
- La historia muestra la importancia del valor y la visión para buscar y superar grandes tareas. A diferencia de otras novelas de Julio Verne, en este relato la tecnología no ocupa el primer plano.
- Es cierto que los personajes principales solo tienen éxito porque hacen el mejor uso de los recursos técnicos de su época, como los barcos de vapor y los trenes expresos, pero sin recursos humanos, no sería posible el éxito; solo el uso creativo de la tecnología conduce al objetivo.
- El viaje es una verdadera carrera contra el tiempo; Fogg no se preocupa en lo más mínimo por ver países extranjeros y tener experiencias. Estas son bastante incidentales. De la misma manera, incidentalmente y sin demorar el rápido progreso de la acción, Julio Verne difunde hechos históricos y culturales.
- Una historia de amor, como la que ocurre entre Phileas Fogg y Aouida, es una rareza en la obra del autor francés, donde las mujeres rara vez desempeñan un papel. De manera original, también es Aouida la que le propone matrimonio al rígido inglés.
Antecedentes históricos
El siglo del progreso
El final del siglo XIX se caracterizó por una creencia científica y técnica casi inamovible en el progreso. En las décadas anteriores, hubo continuamente inventos innovadores que cambiaron de manera decisiva la vida de las personas. Se esperaba que el progreso técnico y científico llevara a una vida mejor para todas las personas. En el sector del transporte, en muchos lugares, los tiempos de viaje se redujeron de muchos meses a algunas semanas, lo que desencadenó una nueva etapa en el desarrollo del tráfico de mercancías entre países y continentes.
Los barcos de vapor rápidos reemplazaron cada vez más a los barcos de vela que dependían del clima de los océanos, lo que propició que los peligrosos viajes por mar fueran más cortos y seguros. En 1825, se utilizó una locomotora de vapor construida por el ingeniero británico George Stephenson para operar la primera línea pública de ferrocarril de vapor del mundo. Desde mediados del siglo XIX, los británicos también comenzaron a construir una red ferroviaria integral en India, y en Estados Unidos se promovió el desarrollo de enlaces ferroviarios transcontinentales. A partir de 1869, el continente americano podía cruzarse en tren en solo unos días. Fue una época en la que el individuo celebraba: los inventos innovadores estaban vinculados a nombres de individuos, enaltecían el espíritu emprendedor y descubridor de los seres humanos. Los científicos, inventores e ingenieros eran los nuevos héroes de la nación y se desarrolló un gran interés en los libros que también representaban este progreso literario.
Origen
Debido a un contrato de exclusividad por 20 años con su editor Pierre-Jules Hetzel, Julio Verne tenía que entregar cada año dos novelas, que se publicaban primero como novelas por entregas en una revista editada por Hetzel. Por sus amplios conocimientos de la historia de la tecnología, Julio Verne era consciente de la importancia de las mejoras tecnológicas realizadas en ese entonces. Desde la conclusión de la conexión ferroviaria intercontinental, un viaje por Estados Unidos, por ejemplo, se podía realizar en una semana. Ya en 1870, el estadounidense George Francis Train realmente logró darle la vuelta al mundo en 80 días. Para este fin, Train tuvo, entre otras cosas, que alquilar un tren privado en Francia por una suma adicional. Dos años después, Julio Verne inmortalizó esta hazaña en la apuesta ficticia de Phileas Fogg. Se dice, por cierto, que George Train estaba muy enojado porque Verne hizo que el protagonista de su novela fuera un frío caballero inglés en lugar de un impulsivo hombre de negocios estadounidense. Se sintió decepcionado por su fama. Incluso se dice que sus últimas palabras fueron: “¡Yo soy Phileas Fogg!” Julio Verne era un admirador de Edgar Allan Poe. En una historia corta titulada Tres domingos en una semana, Poe había señalado la paradoja de que las personas que rodeen la tierra en dirección este, al final, ganarán un día. Esta narración sirvió de impulso para la sorprendente conclusión de La vuelta al mundo en ochenta días, según la cual, Phileas Fogg logra ganar la apuesta gracias a este fenómeno.
Historia de la influencia de la obra
La vuelta al mundo en ochenta días fue un éxito sensacional desde el principio. La novela se tradujo rápidamente a casi todos los idiomas del mundo y estableció definitivamente la fama mundial de Julio Verne como escritor de novelas de aventuras científicas. Curiosamente, esta obra no es exactamente una de las evoluciones teóricas de las posibilidades tecnológicas ya conocidas del “padre de la ciencia ficción”, ya que no se trata de una de las novelas fantásticas típicas de Verne. El propio Julio Verne trabajó en una versión teatral que se llevó a cabo con éxito en Francia. Ha habido numerosas adaptaciones cinematográficas del material, incluida la película ganadora del Óscar La vuelta al mundo en ochenta días de 1956, con un gran elenco: David Niven, Cantinflas, Shirley MacLaine, Marlene Dietrich, Buster Keaton, Peter Lorre y Frank Sinatra, entre otros. El hecho de que el tema no ha perdido nada de su encanto también se muestra en la nueva versión fílmica de la novela (en gran parte readaptada) de 2004, con las estrellas de acción Jackie Chan y Arnold Schwarzenegger.
Pero no solo en las películas, también en la realidad, la obra ha inspirado a muchos imitadores. En 1889, la periodista Nelli Bly siguió los pasos de Phileas Fogg. Ella realizó el viaje alrededor del mundo en menos de 73 días. Unos meses más tarde, George Francis Train volvió a darle la vuelta al mundo, esta vez en 62 días. Debido a una apuesta con una revista francesa, el admirador de Verne, Jean Cocteau, también hizo un viaje en 1936 siguiendo los pasos de Phileas Fogg, el cual le tomó por lo menos 56 días.
Sobre el autor
Julio Verne nació el 8 de febrero de 1828 en la ciudad francesa de Nantes. Su padre era abogado y anhelaba que, después de la escuela, su hijo estudiara leyes. En este momento, para gran disgusto de su serio padre, el joven Verne ya andaba perdido en su fantasía de aventuras. Después de cambiarse de la Universidad de Nantes a París en 1848, Verne estableció contactos con círculos artísticos. Escribió una obra de teatro que llegó incluso a representarse y que, para horror del padre, trata de la perfidia de las mujeres caprichosas. Hacia 1857, cuando se casó con la viuda Honorine Morel, que llevó dos hijas al matrimonio, tuvo que proveerse un sustento más sólido: Verne se convirtió en corredor de bolsa. Al mismo tiempo, siguió escribiendo y realizó viajes más largos por Europa. Como atento observador de los inventos de su época –llevaba un archivo con miles de notas sobre los desarrollos más recientes– , Verne sabía qué era lo que impulsaba y fascinaba a sus contemporáneos. Era un gran aficionado de la aerostática y la utilizó en su novela Cinco semanas en globo (1863). El libro provocó sensación. El editor Hetzel diseñó toda una serie de “viajes de aventuras” y le dio a Verne un contrato firme. En rápida sucesión aparecieron Viaje al centro de la Tierra (1864), De la Tierra a la Luna (1865) y Veinte mil leguas de viaje submarino (1869-1870). En 1871, Verne se mudó a Amiens con su familia, donde se convirtió en presidente de la Académie, compró yates y se entregó a su gusto por viajar. Después aparecieron otras novelas de éxito, entre ellas, La vuelta al mundo en ochenta días (1873) y La isla misteriosa (1874). Colmado de premios y dejando tras de sí una obra gigantesca, Verne falleció el 24 de marzo de 1905.
Este resumen de un clásico de la literatura ha sido compartido con usted por getAbstract.
Localizamos, evaluamos y resumimos conocimiento relevante para ayudar a las personas a tomar mejores decisiones en los negocios y en su vida privada.
¿Ya es cliente? Ingrese aquí.
Comentarios sobre este resumen