La vuelta al mundo en ochenta días
- Historia de aventuras
- Realismo
De qué se trata
La vuelta al mundo en tiempo récord
Julio Verne alcanzó finalmente la fama mundial con esta historia de aventuras, probablemente su obra más popular. La vuelta al mundo en ochenta días tocó la fibra sensible de sus contemporáneos: hacia finales del siglo XIX, los logros de la tecnología moderna habían unido al mundo cada vez más, por lo que la cuestión de qué tan rápidamente se le podía dar la vuelta al mundo era material gratificante para una novela. Lo que a primera vista parece una estricta historia de aventuras, tiene también un significado más profundo. Phileas Fogg, el protagonista de Julio Verne, apuesta la mitad de su fortuna a un viaje en el que le daría la vuelta al mundo en 80 días; sin embargo, para lograrlo, el único factor decisivo no son los barcos de vapor ni los trenes expresos, como podría pensarse, sino que una y otra vez el ingenio y el coraje humanos son necesarios para superar los obstáculos imprevistos. El verdadero equipo del éxito lo forman el dúo del ser humano y la tecnología. No menos importante es que el buen resultado de la historia demuestra la convicción de Verne de que “la osadía ayuda a la felicidad”. Con esta novela, Julio Verne creó un clásico que aún cautiva a los lectores, a pesar de que ya se ha logrado darle la vuelta al mundo en menos de 80 días.
Resumen
Sobre el autor
Julio Verne nació el 8 de febrero de 1828 en la ciudad francesa de Nantes. Su padre era abogado y anhelaba que, después de la escuela, su hijo estudiara leyes. En este momento, para gran disgusto de su serio padre, el joven Verne ya andaba perdido en su fantasía de aventuras. Después de cambiarse de la Universidad de Nantes a París en 1848, Verne estableció contactos con círculos artísticos. Escribió una obra de teatro que llegó incluso a representarse y que, para horror del padre, trata de la perfidia de las mujeres caprichosas. Hacia 1857, cuando se casó con la viuda Honorine Morel, que llevó dos hijas al matrimonio, tuvo que proveerse un sustento más sólido: Verne se convirtió en corredor de bolsa. Al mismo tiempo, siguió escribiendo y realizó viajes más largos por Europa. Como atento observador de los inventos de su época –llevaba un archivo con miles de notas sobre los desarrollos más recientes– , Verne sabía qué era lo que impulsaba y fascinaba a sus contemporáneos. Era un gran aficionado de la aerostática y la utilizó en su novela Cinco semanas en globo (1863). El libro provocó sensación. El editor Hetzel diseñó toda una serie de “viajes de aventuras” y le dio a Verne un contrato firme. En rápida sucesión aparecieron Viaje al centro de la Tierra (1864), De la Tierra a la Luna (1865) y Veinte mil leguas de viaje submarino (1869-1870). En 1871, Verne se mudó a Amiens con su familia, donde se convirtió en presidente de la Académie, compró yates y se entregó a su gusto por viajar. Después aparecieron otras novelas de éxito, entre ellas, La vuelta al mundo en ochenta días (1873) y La isla misteriosa (1874). Colmado de premios y dejando tras de sí una obra gigantesca, Verne falleció el 24 de marzo de 1905.
Comentarios sobre este resumen