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Oráculo manual y arte de prudencia
Libro

Oráculo manual y arte de prudencia

Huesca, 1647 Mehr

Clásico de la literatura

  • Filosofía
  • Edad moderna temprana

De qué se trata

El arte de sobrevivir en un mundo hostil

El honrado es el tonto; este pensamiento no es nuevo. También el jesuita español Baltasar Gracián, quien vivió en el siglo XVII, mantuvo estrechas relaciones con la alta sociedad y presenció las intrigas de los ricos y poderosos, llegó a esta conclusión: con honradez y bondad no se llega muy lejos; el que quiere triunfar, necesita relaciones, debe poder fingir y debe adivinar las maquinaciones de su prójimo. Pero al mismo tiempo, Gracián sabe que el éxito no constituye una vida significativa; a esa pertenecen también aspectos como la sabiduría, el sosiego y la madurez personal. En su escrito Oráculo manual y arte de prudencia, Gracián intenta mostrar un término medio entre el anhelo de una vida significativa y dichosa y la necesidad de tener éxito y afirmarse en un mundo lleno de intrigas. Muchos de sus 300 precisos consejos resultan sorprendentemente modernos: pensar positivamente, utilizar las propias capacidades, construir relaciones, distribuir bien el tiempo. Estos consejos también podrían provenir de textos normativos de nuestra época. La obra de Gracián está lejos de ser anticuada, pues tiene mucho que decirle al lector actual.

Resumen

El camino al éxito

Un requisito importante para lograr el éxito es utilizar los propios talentos. Quien desee tener éxito no debe esforzarse por algo que no le interese, sino, por el contrario, desarrollar y utilizar sus capacidades individuales. Tampoco se debe perder el tiempo en cosas sin importancia, sino que hay que concentrarse en lo esencial. Lo que es importante en la vida y lo que se quiere alcanzar a toda costa se debe emprender lo antes posible y no dejarlo para más tarde. Algunas personas son muy activas y empiezan muchas cosas, pero nunca las terminan; por consiguiente, tampoco tienen éxito. Para el éxito, en realidad, no es determinante que se realice algo o que se resuelva todo según lo proscrito, sino solo que se alcance la meta. Por consiguiente, debe ante todo aspirarse a alcanzar un buen fin. Solo puede ser exitoso quien sabe ayudarse a sí mismo y no depende del apoyo de otro. Sin embargo, en empresas difíciles, es mejor no actuar solo. Como para dos todo resulta más fácil, cuando algo sale mal, es necesario no soportar solos el fracaso. Quien, por el contrario, quiere hacer todo solo para tener el mérito únicamente para sí, también tiene que superar el...

Sobre el autor

Baltasar Gracián y Morales nació el 8 de enero de 1601 en Belmonte de Catalayud. A la edad de 18 años ingresó como novicio en la orden de los jesuitas y en 1635 hizo sus votos. Trabajó como predicador y maestro, entre otros lugares, en Zaragoza, Tarragona, Valencia y Madrid. Aproximadamente desde 1625 entabló amistad con el aristócrata adinerado y amante del arte Vincencio Juan de Lastanosa, quien lo animó a escribir y editó sus obras. Junto a descripciones de personajes como El Héroe (1637) y El Discreto (1646), Gracián escribió un tratado sobre arte del estilo. Sin embargo, su novela satírica de crítica social, El Criticón, que se publicó en tres tomos en 1651, 1653 y 1657, se considera su obra maestra. Irónicamente, esta novela, que recibió reconocimiento después de la muerte de Gracián, en vida le aportó muchos disgustos al autor. Gracián se metió en problemas con el superior de su orden y le prohibieron escribir, lo que nunca acató. A continuación, perdió su puesto de docente y estuvo temporalmente bajo arresto. Poco antes de su muerte, se reconcilió con la dirección de su orden. Gracián publicó todas sus obras con temática mundana bajo un pseudónimo. Resulta interesante que el jesuita escribió una sola obra religiosa y únicamente para cumplir un voto: el libro de meditación El Comulgatorio, que se publicó en 1655 y que todavía se usaba en el siglo XIX. Fue la única obra publicada con el nombre del autor. A excepción de esta obra, en los libros de Gracián se encuentran pocas referencias al cristianismo. A través de su experiencia con la sociedad cortesana, presenta, en general, un punto de vista más bien negativo del mundo y de las personas, el cual también encuentra su expresión en las normas de vida del Oráculo manual. Gracián murió el 6 de diciembre de 1658 en Zaragoza.