Artículo

Un experimento de dos años y 50 millones de personas para cambiar nuestra forma de trabajar

La oficina nunca fue de talla única. Lo era para algunos, con la esperanza de que todos los demás encajaran de alguna forma.

Emma Goldberg

The New York Times, 2022

Obtenga el artículo

Lea o escuche sin conexión

Amazon Kindle

1×

Melden Sie sich an, um die Audiozusammenfassung anzuhören.

Clasificación editorial

Cualidades

Aplicable
Ejemplos concretos
Interesante

Reseña

Meses después de trabajar a distancia, una directora de proyecto recibió por fin el ascenso y el aumento de sueldo que se le habían negado antes de la pandemia de COVID-19. Trabajar desde casa permitió a los líderes evaluar su trabajo, pero no sus habilidades sociales. La reportera del diario The New York Times Emma Goldberg revela que muchas personas prefieren la flexibilidad del trabajo a distancia, la ausencia de desplazamientos y la nula presión por encajar en la cultura social de la oficina, aunque pueda retrasar los ascensos. La pandemia cambió la creencia de la gente de que, para tener éxito, deben trabajar muchas horas y estar disponibles constantemente. A medida que las empresas piden al personal que regrese, se enfrentan a la presión y a las renuncias de quienes prefieren insistentemente hacer el solo trabajo, sin preocuparse por tener que ir la oficina.

Resumen

Para algunos empleados, trabajar a distancia alivia la sensación de no pertenecer a la cultura de su oficina.

Muchos de los 700 encuestados en un reciente estudio sobre el trabajo dijeron a The New York Times que la cultura del lugar de trabajo es un problema importante. Aunque el riesgo de contraer el COVID-19 seguía siendo una preocupación primordial en ese momento, muchas personas temían volver a la simpatía forzada de una oficina.

Antes de la pandemia del COVID-19, la gestora de proyectos afroamericana Kristen Egziabher, de 40 años de edad, pidió un ascenso y un aumento de sueldo, pero sus jefes la rechazaron porque, según dijeron, conocían su trabajo, pero no la “conocían” a ella, es decir, que no había socializado lo suficiente en la oficina como para que la consideraran parte de la cultura de la empresa. A los pocos meses de la pandemia –que Egziabher pasó trabajando en casa– la empresa finalmente la ascendió y le dio un aumento del 11 %. Ella considera que ello es el resultado de que la empresa la juzgara únicamente por su rendimiento.

Para Egziabher, y otras personas entrevistadas, lidiar ...