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Belleza imaginada
Libro

Belleza imaginada

Una historia de la industria mundial de la belleza

Oxford UP, 2010 más...

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Clasificación editorial

8

Cualidades

  • Innovador
  • Descriptivo
  • Interesante

Reseña

L’Oreal, Colgate, Oil of Olay, Clairol, Cover Girl y otras marcas populares de productos de belleza son tan conocidas que la mayoría de los consumidores las dan por sentadas. Pero este estudio de los orígenes y el crecimiento de la moderna industria de la belleza es apasionante. El profesor de historia de la Escuela de Negocios de Harvard Geoffrey Jones investiga sus raíces, desde las fragancias producidas por fabricantes de guantes franceses en el siglo XVIII, hasta los actuales gigantes de la industria. Examina las diversas influencias en el mercado de la belleza a lo largo de los años y en todo el mundo, incluyendo preferencias del consumidor, trastornos económicos y políticos, globalización y diversos ideales de belleza. El libro es exhaustivo y está bien ilustrado, producto de una extensa investigación en archivos históricos y revistas especializadas, así como de entrevistas con ejecutivos de la industria. getAbstract recomienda esta obra académica como lectura obligada para todos aquellos en la industria y como una gran opción para todos los entusiastas de la historia empresarial.

Resumen

De raíces humildes

La industria de la belleza comenzó con perfumes. El uso de fragancias y aromas floreció en la Antigüedad, sobre todo entre la nobleza y para la Edad Media, los perfumes y las fragancias se usaban, en gran medida, con fines curativos. En la Francia del siglo XVIII, los fabricantes de guantes empezaron a hacer perfumes para disimular el mal olor que emanaba de las pieles curtidas utilizadas para los guantes de cuero. Muchos de ellos se concentraron en Grasse, Francia, que convenientemente era también un lugar ideal para cultivar las flores y las plantas para la fabricación de perfumes. La “corte perfumada” de Luis XV puso de moda el uso de jabones, talcos y tintes para el cabello. Johann Maria Farina creó una fragancia ligera a la que llamó “Agua de Colonia”, por su ciudad adoptiva, de la cual Napoleón se convirtió un gran entusiasta. En 1828, Pierre-François-Pascal Guerlain empezó a vender aguas perfumadas, jabones y lociones a la aristocracia parisina. Al poco tiempo, Eugène Rimmel, un francés radicado en Londres, creó una marca de perfume que él asociaba con estatus y clase. Fue el primero en vender fragancias a través de pedidos por correo y publicidad...

Sobre el autor

Geoffrey Jones, profesor de historia empresarial en la Escuela de Negocios de Harvard, también ha dado clases en la Escuela de Economía de Londres. Es autor de varios libros.