Libro

Cómo tratar con sus superiores

Salga adelante con cualquier tipo de jefe

Gonzague Dufour

McGraw-Hill, 2010

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Reseña

Un gerente estresado genera a menudo empleados estresados. Usted puede tener una vida profesional más positiva y productiva si comprende a sus supervisores y los maneja de acuerdo con su tipo de personalidad. Gonzague Dufour, ejecutivo de recursos humanos, identifica y explica los seis tipos comunes de gerentes. Dedica la mayoría de los capítulos a describir esos arquetipos, enlistando los rasgos que los identifican basándose en tácticas profesionales que funcionan o no con cada gerente en situaciones específicas, como solicitar un aumento o hacer frente a una crisis. Aunque muchos gerentes muestran características de uno o más tipos de jefe y no todos los líderes son fáciles de categorizar, seguramente usted concordará con muchas de las definiciones del autor. getAbstract recomienda este práctico y útil libro a los empleados de categoría baja y media, así como a los altos ejecutivos que se preguntan: “¿Soy un buen jefe?”.

Resumen

¿Qué tipo de gerente es su jefe?

Los empleados que comprenden a sus supervisores y trabajan bien con ellos prosperan en su trabajo. Identifique a su jefe entre los seis tipos comunes de gerente: “el bravucón, el bueno, el caleidoscopio, el estrella, el científico” y “el ombligo”. Si tiene suerte, su jefe es un raro “séptimo líder”, que puede adaptarse y aprender de los demás. Cada tipo de jefe tiene cualidades positivas y negativas que usted puede aprender a manejar.

El bravucón

Los jefes bravucones son competitivos, agresivos, impulsivos y seguros de sí mismos. Motivan a sus empleados mediante el temor y la intimidación. No temen poner en tela de juicio ni criticar a los demás, aun a sus propios jefes, y son controladores. A mucha gente le gusta trabajar para los bravucones porque éstos recompensan a quienes son ambiciosos y logran buenos resultados.

Nunca tome de manera personal los comentarios de un bravucón; mejor busque lo divertido de las situaciones: “limite la lata, busque la plata”. Ponga un límite al tiempo que trabajará para un bravucón. Para tratar con ellos, evite sorpresas y manténgalos “en el círculo”. Desarrolle un tipo de conocimiento...