Libro

El código de las relaciones

Atraiga y apodere a la gente con propósito y pasión

Margaret McCraw

Career Press, 2010

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Reseña

¿Es usted feliz? Sin importar sus circunstancias, la respuesta a esta vital pregunta depende de su estado de ánimo. Como lo expresó el psicólogo Carl Gustav Jung: “Todo depende de cómo vemos las cosas, no de lo que son”. Así, según la teoría, cuando usted piensa alegremente, la alegría llena su vida. Margaret McCraw, psicoterapeuta y consultora, analiza este tema y otros relacionados, incluida la manera de usar el positivismo como el ingrediente vital para establecer relaciones exitosas. Su manual sobre la comunicación da un nuevo brillo a los tratados más antiguos y familiares sobre el optimismo y el pensamiento positivo, entre ellos Cómo ganar amigos e influir sobre las personas, de Dale Carnegie, y The Power of Positive Thinking, de Norman Vincent Peale. Si usted no es un entusiasta de la autoayuda, el consejo de que piense feliz para ser feliz no es para usted, por lo que getAbstract sugiere el libro de McCraw a aquellos que disfrutan la lectura motivadora. La autora ofrece un sistema para lograr la felicidad, para establecer relaciones estrechas y seguir la senda adecuada hacia, en sus alentadoras palabras, una “vida de dicha”.

Resumen

No se preocupe, sea feliz

¿Cómo puede la gente infeliz lograr una vida de dicha? Piense en Grace, un personaje creado a partir de casos psicoterapéuticos, y su dolorosa situación. Casada y con dos hijos, Grace ganaba un buen salario como gerente de un banco, pero no disfrutaba de la vida. Se sentía obligada a trabajar desde muy temprano hasta muy tarde; pero trabajar tantas horas la dejaba física y emocionalmente exhausta. Su vida era una cuesta abrumadora y agotadora. Grace se sentía un autómata sin alma, no una persona feliz. Solía gustarle su trabajo y se llevaba bien con sus colegas y empleados, pero, con el tiempo, la tensión la volvió irritable y su mal humor molestaba a su personal.

En su evaluación anual, su jefe le dijo que sus empleados se quejaban de su falta de liderazgo. Grace se puso furiosa y pensó para sí: “¡Cómo se atreve a criticar mi trabajo si me paso aquí … más de 70 horas a la semana!”. Después de pensarlo un poco y reflexionar honestamente, empezó a ver las cosas de manera diferente: admitió que solía ser eficiente y sentirse feliz y satisfecha consigo misma; pero ahora aborrecía su vida laboral, que afectaba su manera de tratar a todo el mundo...