El evangelio de la riqueza
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Amazon KindleReseña
Teniendo en cuenta que Andrew Carnegie (1835-1919) ha sido uno de los hombres más ricos de la historia de EE.UU., su apoyo sin reparos al sistema capitalista es fácil de comprender. Carnegie, inmigrante escocés, amasó su vasta fortuna principalmente en la industria acerera a fines del siglo XIX. Cuando vendió Carnegie Steel Company en 1901, la empresa valía más de US$400 millones de hoy, según la Fundación Carnegie. En 1889, el North American Review publicó el tratado de Carnegie sobre la obligación moral de los ricos de usar su dinero en beneficio de la sociedad. Este ensayo, aunque breve, está lleno de la sabiduría, el instinto y la previsión de Carnegie, quien creía que la ley de la competencia es la base de una sociedad capitalista y, por ende, sólo un selecto grupo de competidores podía – y debía – controlar mayores proporciones de riqueza. Sin duda, no es precisamente un punto políticamente correcto en el mundo actual, pero Carnegie imploró a los grandes acaudalados de su época a reconocer y aceptar su obligación inherente de usar la riqueza con fines filantrópicos. Practicaba lo que predicaba: donó más de US$350 millones a una variedad de causas, incluyendo la creación de numerosas bibliotecas y la Universidad Carnegie Mellon. Si bien es un reto aplicar las ideas de este hombre rico y caritativo del siglo XIX a la sociedad del siglo XXI, getAbstract recomienda su perspectiva histórica.
Resumen
Sobre el autor
Andrew Carnegie fue un magnate de la industria acerera de EE.UU. en el siglo XIX y se convirtió en el hombre más rico del país. Fue un renombrado filántropo.
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