La concentración es una capacidad sobrevalorada. Se cree que usando el enfoque mental se pueden superar los obstáculos y lograr objetivos. Pero no siempre se mejora la calidad de vida y productividad desde este paradigma, pues lleva hacia el agotamiento, el bloqueo e, incluso, al fracaso. El cerebro requiere intervalos de relajación para poder operar de la mejor manera. El desenfoque permite descubrir nuevos ritmos cognitivos para aumentar la productividad, el ingenio y la felicidad. Hay que saber distraerse de manera adecuada, para no desaprovechar las oportunidades. En esta accesible guía, el psiquiatra, neurocientífico y especialista en desarrollo empresarial Srini Pillay le ofrece las claves para aprovechar el potencial de la mente desenfocada.
El exceso de concentración puede bloquear o disminuir la productividad y el rendimiento de las personas.
Las personas desean aprender a superar obstáculos y lograr sus objetivos con respecto a la eficiencia en el trabajo, el aprendizaje, la crianza, el matrimonio, la salud. Es común que se tenga la idea de que, al enfocarse, se puede descubrir la solución de los problemas. Sin embargo, las herramientas destinadas a la organización (por ejemplo, horarios, listas, recordatorios) no siempre son efectivas para mejorar la calidad de vida y elevar la productividad.
La concentración, la emoción y la intuición determinan lo que se considera relevante; definen aquello en lo que mejor se desenvuelve cada persona. Así se cae en el culto a la concentración y se cree que el enfoque está por encima de otras capacidades. Lo cierto es que la concentración puede trabajar en su contra. La concentración invita a proyectar la luz de la atención hacia un punto. Pero, ¿qué ocurre con lo que pasa alrededor? Se trata de un fenómeno que se conoce como “ceguera por falta de atención”. Si usted solo atiende los asuntos que le interesan, deja de observar lo que...
Srini Pillay, director ejecutivo de NeuroBusiness Group, es psiquiatra e investigador de neurociencia entrenado en la Universidad de Harvard. Forma parte del think tank de la empresa McKinsey & Co.
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