En un mundo que evoluciona con celeridad, alcanzar la excelencia y perdurar son las metas principales de quienes dirigen empresas. Toda organización cuenta con una rueda que le da dinamismo. Ponerla en marcha y mantener su inercia depende de la voluntad, la creatividad disciplinada y la disposición al cambio de quienes la integran. Prepararse para tiempos turbulentos y solventarlos requiere conocer los componentes de la rueda de una empresa. En este libro del especialista en comportamiento empresarial y consultor de negocios Jim Collins, se detallan los procesos para crear y hacer girar la rueda de una empresa en su camino hacia la excelencia.
La “rueda” que hace funcionar a una empresa no dejará de girar si se toman decisiones correctas y se ejecutan con eficacia.
El éxito de una empresa radica en el esfuerzo y la disciplina que se le dedica a su funcionamiento y a la obtención de resultados. Una empresa crece a lo largo del tiempo si se sostiene en una rueda grande y potente que da inercia a cada proyecto, decisión y acción. El impulso de esta rueda se basa en la creatividad, en tomar decisiones buenas y ejecutarlas a tiempo y correctamente. Dedicar esfuerzo y energía a esta rueda implica tener un ciclo, un círculo de elementos virtuosos que guían hacia el futuro.
Dar con la rueda ideal no es un trabajo fácil y rápido. El consejo directivo de la empresa Vanguard, gestora de fondos de inversión, tardó un año en encontrar su rueda, la cual empezó cuando ofreció fondos a bajo precio, lo que permitió dar mayor rendimiento para las inversiones de los clientes. Esto atrajo y fidelizó a los clientes, generando así que los activos a su cargo aumentaran. Y se llegó al último componente de la rueda: lograr una economía e influencia de escala global.
El ejemplo de la empresa Vanguard...
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