El consultor Eric Singler relaciona la psicología y la economía conductual recientes con iniciativas prácticas de manera clara y con información empírica sólida. Ofrece una opinión bien fundamentada y referenciada sobre el compromiso y el desempeño, aunque algunos estudios encajan mejor que otros. Aún así, ejemplos precisos de experimentos y observaciones rigurosas complementan sus consejos. La evaluación que usted haga de La gestión “nudge” puede depender de su área de conocimientos; sin embargo, apreciará esta asesoría juiciosa, en particular sobre los sesgos y los contramovimientos para combatirlo.
Los nudges –incentivos pequeños y benignos para mejorar el comportamiento y las elecciones– permean la sociedad, aunque quizás apenas si los note.
Los empleados quieren amar su trabajo. Quieren comprometerse y desempeñarse lo mejor posible. Lamentablemente, la mayoría de las empresas aún utiliza técnicas de gestión obsoletas y basadas en el temor que hacen que sea casi imposible que la mayoría de los empleados se comprometan y sean innovadores; pero al emplear las lecciones de la neurociencia y la economía conductual, las empresas pueden cocrear ambientes con los empleados que hagan que emerja lo mejor de sí mismos.
Los nudges, o empujoncitos, como la inscripción automática en planes de retiro, tienden a funcionar, cuestan poco y, a diferencia de leyes o incentivos fiscales, no dependen de la coerción. Los nudges delicadamente guían a las personas a tomar mejores decisiones. Abordan la tendencia humana a la resistencia al cambio, mantenerse en silencio y tomar decisiones menos que óptimas debido a los sesgos y las emociones. Los nudges pueden mejorar la toma de decisiones y modificar los esfuerzos y la productividad...
Eric Singler es líder de la empresa de consultoría BVA. Cass R. Sunstein y Pierre Chandon, voces reconocidas en el área, contribuyeron con el prólogo y la introducción.
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