Wilma W. Suen pasó cinco años investigando por qué fracasa la mitad de las alianzas corporativas y en este libro comparte sus valiosos hallazgos. Aunque no llega a una fórmula que se pueda aplicar para determinar si se debe formar o romper una alianza, sí establece principios que deben tenerse en mente al tratar de entender una alianza y las compañías que la componen. Da ejemplos del mundo real para ilustrar sus puntos. Si está pensado en formar una alianza, hacer negocios con una o ya está en una, getAbstract le recomienda este examen a fondo.
Altas expectativas, realidades decepcionantes
La mayoría de las compañías forma alianzas con esperanza, se decepciona de las realidades de su implementación y termina por creer que el fracaso de la alianza es, de algún modo, culpa suya. Mucha de la literatura de negocios sobre alianzas irradia optimismo y con ello refuerza la percepción errónea común. Sin embargo, el gurú de la administración Peter Drucker se refiere a las alianzas como “enlaces peligrosos”. Alrededor de la mitad de las alianzas fracasa. ¿Por qué es tan diferente la realidad de las expectativas? ¿Qué ocasiona las rupturas?
Las alianzas son herramientas importantes. Pueden ayudarlo a alcanzar sus objetivos estratégicos y tácticos. No obstante, como sucede con todas las herramientas, debe usarlas correctamente en situaciones adecuadas. Las alianzas tienen estas características:
- Las partes permanecen independientes.
- Cada una aporta recursos.
- Cada una comparte riesgos y beneficios.
- Cada una tiene un control limitado de la relación.
- Las entidades participantes pueden tener diversos niveles de compromiso y aportación.
Incluso ante el optimista brillo...
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