¿Quién no querría trabajar desde casa? Usted establece su propio horario y no tiene a nadie encima ordenándole que trabaje más rápido o que haga las cosas de forma diferente. Sin embargo, a pesar de sus ventajas, el trabajo a distancia no es la solución laboral perfecta para muchos empleados. Quienes trabajan desde casa pueden perder oportunidades para progresar, aumentar sus redes, socializar y conectar con la cultura de su empresa. David Pachter, autoridad en materia de teletrabajo, analiza los inconvenientes y los encantos de tener un trabajo a distancia.
El COVID-19 transformó muchas empresas convencionales en empresas de teletrabajo (ETT).
En marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud anunció que el virus emergente COVID-19 se había convertido en una peligrosa pandemia, lo que cambió el mundo de los trabajadores. De pronto, Zoom se convirtió en una herramienta esencial, al igual que Google Meet, Slack, Skype, el wifi, los teléfonos inteligentes y las cámaras web.
En todo el mundo, los trabajadores se trasladaron rápidamente de sus oficinas a sus casas, a sabiendas de que ahí es donde trabajarían en el futuro inmediato. Pero, a pesar de ese dramático cambio, el universo no se transformó de repente en un mundo nuevo y valiente. El trabajo en casa no era un fenómeno nuevo. Un estudio de LinkedIn indicó que casi el 50 % de los profesionales ya trabajaban desde casa al menos un día a la semana, y el 57 % preferiría trabajar desde casa tres días o más a la semana.
Aunque muchas personas hicieron la transición sin mucha dificultad, el trabajo a distancia en efecto resultó ser el gran instigador del cambio que la gente imaginaba. Las empresas no estaban preparadas para que ...
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