La mayoría de las estrategias de desarrollo personal para cambiar o adquirir nuevos hábitos fracasan porque se basan en grandes exigencias de energía física y mental. En cambio, los minihábitos requieren el mínimo esfuerzo y se convierten en grandes pasos, sin necesidad de luchar contra la mente y lograr cambios en diferentes facetas de la vida de las personas. En este libro, escrito por Stephen Guise, especialista en estrategias de cambio de comportamiento, se plantean ocho pasos para lograr un cambio a través de la elección y repetición de pequeñas acciones para lograr un objetivo.
Un minihábito es el acto más pequeño de un nuevo hábito que se quiera adoptar.
Cuando una persona quiere empezar un nuevo hábito suele toparse con varios problemas: la falta de tiempo, de energía y de planificación, además de imponerse grandes retos que bloquean la mente. La clave está en empezar a funcionar de acuerdo a las reglas del cerebro y enfocarse en la acción más pequeña de ese hábito.
Por ejemplo, al intentar leer más libros al año, si se inicia poniendo una cantidad determinada a cumplir, el cerebro rechazaría la idea al detectar la cantidad de esfuerzo; en cambio, si se inicia planteando leer una página al día, entonces, será fácil convencer al cerebro de que es posible. Un “minihábito” es una conducta positiva muy pequeña que usted puede obligarse a realizar cada día.
Los planes de hábitos están llenos de grandes intenciones y pocos resultados, de nada sirve la intención sin la acción, dañando la confianza propia. Lo mejor es plantearse que hacer algo muy pequeño es mejor que no hacer nada y una acción mínima da mejores resultados que intentar hacer mucho en un día.
Las personas se culpan a sí mismas de que no consiguen ...
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