En las salas de reuniones de todo el mundo, tiene lugar una rutina diaria: la reunión, que viene siendo el caballo de batalla para lograr que las cosas se hagan en toda organización o empresa. Sin embargo, las reuniones tradicionales pueden minar la energía, la creatividad y el tiempo de los participantes. Martin Murphy, consultor en gestión, ofrece una alternativa: las “sesiones de gestión del flujo del trabajo”. Como alardea en la primera página: “Puedo asistir a cualquier reunión con aplomo y conducirla de tal suerte que logre hacer más cosas más brevemente de lo que cualquiera haya experimentado ”. Si su afirmación provoca su interés, getAbstract le sugiere que pruebe el sistema de Murphy para ver en qué medida es aplicable a su empresa.
De las reuniones a la gestión del flujo del trabajo
Muchas organizaciones manejan sus negocios cotidianos en reuniones. Las reuniones tradicionales pueden consumir tiempo y ser improductivas. Las conferencias digitales no disminuyen las reuniones improductivas: sólo las hacen en nuevos medios. Según aumenta la complejidad de los negocios y disminuye el tiempo de reacción, las empresas deben hacer reuniones más eficaces y productivas.
Gerente versus facilitador
La transformación de la estructura tradicional de las reuniones en sesiones de gestión del flujo del trabajo genera resultados definitivos. Los hilos conductores comunes de cada sesión son el uso de un facilitador que conduzca las reuniones y la norma para separar el contenido y el proceso. En ese contexto, el contenido se refiere al centro o propósito de la reunión. El proceso es la logística de la reunión: lugar, distribución de asientos, tono, grado de energía, y número y tipo de asistentes.
La razón primordial de que las reuniones tradicionales sean improductivas es que la persona que las dirige suele ser el participante de más jerarquía, quien además participa en las discusiones; sin...
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