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Tao Te Ching
Libro

Tao Te Ching

China, siglo VI a. C. más...

Clásico de la literatura

  • Filosofía
  • Antigüedad

De qué se trata

La biblia del taoísmo

El Tao Te Ching es una obra temáticamente versátil, ya que cubre varias áreas de la convivencia humana. Su tono es, por lo general, escéptico. Lao Tse no proclama sus juicios como verdades irrefutables y desconfía del concepto de saber. Así, la mayoría de los capítulos del Tao Te Ching son vagos en cuanto a su significado y dejan abiertas diversas posibilidades de interpretación. Las alegorías suceden a aforismos ambiguos; en lugar de declaraciones claras, el lector recibe estímulos para reflexionar. Precisamente esta apertura a diferentes interpretaciones constituye el atractivo de la obra y ha provocado el entusiasmo de los lectores del Tao Te Ching de diversos círculos culturales, religiones y épocas. La única área temática en la que Lao Tse es claro y, en ocasiones, incluso apasionado, es la de la guerra y la violencia: no hay ni un asomo de escepticismo cuando condena el uso de las armas y pide a los gobernantes que utilicen la violencia y la guerra solo como último recurso. Este elemento del Tao Te Ching hace que Lao Tse surja como un pensador que estaba muchos siglos adelantado a su tiempo y que todavía tiene mucho que decir a los lectores actuales.

Resumen

El camino

No podemos ver lo eterno. Solo podemos vivir sin deseos y con moderación y, de esa manera, reconocer la maravilla del camino, que es un recipiente vacío del que siempre se puede sacar más y, por eso, es inagotable. Está oculto y, sin embargo, siempre está ahí como la imagen del origen del cielo. El principio de todo ser es invisible, inaudible e inconcebible, pero penetra todo. Aunque el camino es inimaginable, las personas lo han estado siguiendo desde el comienzo de los tiempos. Conocen su nombre y saben que causa el comienzo de todas las cosas. Los que siguen el camino se vuelven uno con él. A quien vive virtuosamente, la virtud lo acoge con amabilidad; quien pierde la virtud, se vuelve uno con la pérdida. Solo aquellos que confían en sí mismos confían también en otros.

Existen cuatro fuerzas en el universo: el humano, la tierra, el cielo y el camino. Uno sigue al otro, solo que el camino es una fuerza en sí mismo que sigue su propia naturaleza. El camino es un ser que estaba ahí por encima de todo; es tan grande que no se puede reconocer. Aunque creó todo, no aspira al poder y la grandeza.

Seguir el camino

Quien sigue el camino no necesita...

Sobre el autor

Sobre Lao Tse (o Laozi) casi no se sabe nada. La única biografía que se conserva se remonta al historiador de la corte Sima Quian (145-90 a. de C.). Según esa biografía Lao Tse vivió en el siglo VI a. de C. en el estado sureño de Zhou. Su nombre de nacimiento era Er Li o también Lao Dan. Trabajaba como archivero en la corte de Zhou, donde, según dicen, lo visitó Confucio, que veneraba a Lao Tse como maestro. Después de un largo tiempo en la corte e iniciarse en el Tao, Lao Tse emigró a la frontera noroccidental del imperio chino, donde le pidieron que escribiera su sabiduría. El resultado fue el Tao Te Ching, donde discute el significado del Tao y de la virtud y se describe a sí mismo como un eterno marginado: “Pero sigo a la deriva, solo, / sin saber quién soy, / como un niño recién nacido, / antes de aprender la primera risa. / Estoy solo y no tengo ningún lugar / al que pueda ir” (Sección 20). Después del escrito, se marchó y nadie supo a dónde. Según otras tradiciones Lao Tse tenía 200 años. Hoy día se supone que la figura de Lao Tse más bien se asienta en el ámbito de las leyendas y que, en sus diversas tradiciones, se agrupan las biografías de diferentes personas. No hay consenso sobre el significado del nombre Lao Tse o acerca de si él fue el único autor del Tao Te Ching. Todavía hoy Lao Tse es venerado por los seguidores de la escuela taoísta como el fundador divino de su religión.


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