Sarah Stewart Holland y Beth Silvers, coconductoras del podcast Pantsuit Politics, saben que hablar de política en Estados Unidos puede ser un campo minado. Pero si investiga sobre asuntos espinosos, hace su postura personal a un lado y evita temas triviales, puede allanar el camino para tener conversaciones significativas. Las autoras se encuentran en los extremos opuestos del espectro político, pero encuentran afinidad en su fe cristiana. Aunque ello da pie a muchos de sus ejemplos, su guía pretende ayudar a personas de cualquier credo a surcar conversaciones espinosas y encontrar debates políticos valiosos.
Aunque la etiqueta lo desaconseja, debería hablar de política en público.
La cortesía social considera que hablar de política en público es de mala educación, pero evitar tales discusiones va en contra de una premisa central de Estados Unidos. Los historiadores creen que el deseo de reunirse y debatir fue fundamental para el nacimiento del país. De hecho, evitar los desacuerdos en situaciones sociales ha aumentado el nivel de conflicto. En lugar de evitar las conversaciones políticas, los estadounidenses solo hablan de política con aquellos con los que comulgan, lo que genera cajas de resonancia que exacerban la enorme división.
Ese nuevo paradigma hace que la gente se aferre tanto a sus puntos de vista sociales, religiosos y políticos que es incapaz de separar sus creencias personales. La polarización resultante desmorona el tejido social. Abrir un diálogo que se ancle en la fe y los valores puede aliviar la tensión y fomentar ideas creativas para resolver los problemas a los que se enfrenta Estados Unidos. Los estadounidenses necesitan aprender a debatir civilizadamente las cuestiones políticas actuales.
La bifurcación ha convertido...
Sarah Stewart Holland y Beth Silvers son las presentadoras del podcast Pantsuit Politics. Las exabogadas representan a partidos políticos opuestos, pero encuentran puntos en común en su amor por el debate y su fe.
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