Joseph McCormack, consultor en comunicaciones, presenta valiosos consejos sobre cómo transmitir información de manera eficiente y provechosa. El filósofo Friedrich Nietzche escribió: “Mi ambición es decir en 10 oraciones lo que otros dicen en todo un libro”. Tome un ejemplo casi perfecto de cómo decir un mensaje que sea corto, dulce y directo al grano: el brevísimo poema del campeón de box Muhammad Ali: “¿Yo? ¡Nosotros!” Entre la sobrecarga de información de hoy en día, los mensajes lean son esenciales si quiere que las personas entiendan su idea central. getAbstract recomienda el manual de McCormack para todo aquel que quiera comunicarse de manera clara y concisa.
Bla, bla, bla…
Hoy día, la constante ráfaga de información lo deja totalmente agotado. Muchas personas aseguran sentirse como si tuvieran síndrome de déficit de atención. Roger Bohn y James Short de la Universidad de California en San Diego reportan que los estadounidenses, colectivamente, manejan aproximadamente mil trescientos millones de horas de información por encima de la información que manejan en el trabajo. El estadounidense promedio consumía 100.500 palabras en un día promedio.
Si tiene algo qué comunicar, sea breve. Vaya al grano inmediatamente y transmita su mensaje rápidamente de la manera más clara y convincente posible, antes de que algo distraiga a sus sobrecargados oyentes o lectores.
Brevedad profunda
Cuando practique la brevedad, no la equipare con la superficialidad. Su meta debe ser la brevedad profunda: ser sucinto y estar bien informado. Si no es eficiente, las personas no escucharán lo que quiere comunicar. Pocas personas hablan de manera directa, clara y concisa. Además de hablar por el gusto de hablar, esta falla deriva de los siete pecados capitales que sabotean la brevedad:
- Cobardía – Necesita...
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