La mayoría de la gente asocia los círculos de tambores con la contracultura y rara vez piensa en ellos en relación con el funcionamiento de sus empresas. Sin embargo, según el baterista y experto en cambios organizacionales Jim Boneau, los círculos de tambores pueden construir conexiones emocionales y energéticas entre las personas. La energía del círculo de tambores puede proporcionar una poderosa metáfora de transformación para el cambio organizacional. Todo eso sucede en el estruendo, un momento de caos y cambio.
Tanto en un círculo de tambores como en una organización, un estruendo representa un momento de caos y transformación.
Los círculos de tambores mezclan la energía de muchos participantes y pueden incorporar una serie de instrumentos. Los ritmos se elevan y chocan, y pueden abrumar los sentidos y la mente. Cuando las personas tocan cerca unas de otras, encuentran un ritmo compartido. Al mismo tiempo, cada participante aporta algo especial al círculo. Esta es una metáfora y un catalizador para la interacción organizativa. A veces, los ritmos en un círculo de tambores se tambalean. Los participantes sienten el bamboleo a medida que crece y la sinergia se disipa. Se sienten impotentes para luchar contra ello. Algunas personas dejan de tocar el tambor. Otros siguen sus ritmos personales y no reconocen que el ritmo del grupo se está rompiendo.
Las organizaciones funcionan de manera similar. Un líder puede tener el instinto de salvar a un grupo e imponer orden cuando comienza a tambalearse para que no se disuelva en el caos. Si el líder deja que el tambaleo continúe, los participantes encuentran su salida y crean un nuevo ritmo. El facilitador puede guiar...
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