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¡Basta!

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¡Basta!

Por qué los más pobres del mundo se mueren de hambre en época de abundancia

Public Affairs,

15 мин на чтение
10 основных идей
Есть текстовый формат

Что внутри?

¿Por qué la gente sigue muriendo de hambre en pleno siglo XXI? Lea este estremecedor informe sobre por qué las políticas de Occidente provocan hambrunas.


Clasificación editorial

8

Cualidades

  • Aplicable
  • Revelador
  • Bien estructurado

Reseña

Los subsidios agrícolas empezaron como una manera de proteger a los agricultores estadounidenses y europeos de los caprichos del mercado y del clima; pero se transformaron en la razón principal por la que los países pobres sufren hambrunas regulares y devastadoras. Los efectos de los subsidios sobre los precios de los productos básicos provocan que los agricultores pobres, especialmente africanos, no puedan ganar nada con sus cosechas, por lo que tampoco pueden comprar para volver a sembrar. Sin ingresos, pasan hambre. Los periodistas de The Wall Street Journal Roger Thurow y Scott Kilman, examinan por qué las prácticas de los países ricos mantienen a los países en vías de desarrollo en la pobreza y el hambre. getAbstract recomienda este libro a quienes desean saber por qué, en pleno siglo XXI, la gente sigue muriendo de hambre y qué debe hacerse al respecto.

Resumen

Abundancia y, después, hambruna

Las hambrunas aún son una plaga para la humanidad, aunque la Tierra tiene la capacidad para alimentar a todos los habitantes del planeta. En las naciones existe consciencia del flagelo del hambre: Envían alimentos y ayuda cuando la hambruna azota una región o país; sin embargo, con frecuencia, llega demasiado tarde y no sirve de mucho para erradicar sus causas. Ante la recurrente escasez de alimentos, los intentos por acabar con el origen de las hambrunas han fracasado hasta ahora.

Tómese el caso de Etiopía. Cuando comenzaba a recuperarse de la devastadora hambruna de 1984, abrió su sector agrícola a científicos y activistas que llegaban con nuevas semillas, métodos mejorados y adelantos tecnológicos. El resultado fue un incremento de la producción: Para el 2000, parecía que Etiopía podría alimentarse por sí misma. Los campesinos lograron cosechas extraordinarias, pero sus mercados no pudieron manejar la sobreproducción, los precios se desplomaron y los agricultores no pudieron cubrir sus gastos. Para reducir los costos en el 2003, compraron semillas más baratas, de baja calidad, dejaron de comprar fertilizantes, cerraron sus sistemas...

Sobre los autores

Roger Thurow es corresponsal en el extranjero de The Wall Street Journal, periódico en el que Scott Kilman escribe sobre agricultura. En el 2005, la Organización de las Naciones Unidas les rindió un homenaje por sus reportajes.


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