Cómo salimos de ésta

La “economía de crisis” reemplaza a la “hipótesis de los mercados eficaces”

Si usted piensa que la “Gran Recesión” del 2008-2009 fue única, piense de nuevo: fue asombrosamente similar a una larga lista de debacles financieros, desde la burbuja de los mares del sur en 1720 y el crac de 1825, hasta la Gran Depresión, la debacle de ahorros y préstamos de los años 1980 en EE.UU. y la década perdida japonesa de fines del siglo XX. Aunque los detalles cambian de una crisis a otra, el esquema general es igual: en el período previo, el crédito fácil abunda; los consumidores, inversionistas y empresarios se unen al optimismo y se apalancan insensatamente; reguladores negligentes, directores de bancos centrales que se duermen al timón y políticos alcahuetes alientan los excesos especulativos a medida que la innovación financiera crea nuevas formas de invertir en el frenesí del momento. Tras la crisis más reciente, surgieron detalles sobre los enormes cheques de remuneración a banqueros y corredores bursátiles, así como sobre los productos derivados respaldados por hipotecas de alto riesgo. De hecho, el nivel de avaricia de Wall Street no cambió, sino que una nueva clase de bonos a...