El liderazgo y el arte de la lucha

La lucha como un arte

Todos los líderes luchan pero, a veces, las convenciones y la tradición no les permite expresar los miedos, inquietudes y preocupaciones de los tiempos difíciles. Los líderes que saben cómo manejar la lucha y crecer a partir de ella pueden aprender a sentirse a gusto en la batalla. Reconocen que cualquier dificultad puede ser un crisol para forjar nuevas fuerzas. Toman la lucha como un arte que hay que dominar. Todo aquel que intente vivir de manera consciente y moral está actuando como un líder; pero los que quieren evolucionar debe aceptar sus debilidades. Los líderes valiosos sopesan si sus objetivos personales y en la organización van de la mano con sus valores personales y de la organización. El mundo real es anárquico, imperfecto, impredecible. El líder sólido debe moderar sus convicciones con pragmatismo. La rentabilidad, el poder y la expansión son buenos objetivos comerciales, pero no son los únicos objetivos que vale la pena perseguir. Sus valores personales y organizativos importan. Perseguir objetivos que entren en conflicto con su moral personal conducirá al fracaso. Todos los líderes enfrentan limitaciones personales y circunstanciales...