La democracia en un tiempo más caluroso

La humanidad se encuentra en una coyuntura crítica, ante la disyuntiva de elegir entre un declive catastrófico y un cambio histórico hacia un futuro mejor.

En 2022, los fenómenos meteorológicos extremos pusieron de manifiesto la realidad del cambio climático, con temperaturas récord en Londres, graves sequías en Europa y China e inundaciones sin precedentes en Pakistán. Estos acontecimientos, junto con el aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero, señalan una tendencia preocupante hacia un futuro climático impredecible y peligroso que estresará los ecosistemas, las sociedades, las economías y los sistemas políticos.

Una tenue esperanza perdura. En 2022, Estados Unidos promulgó su primera legislación climática significativa. Las energías renovables se han hecho más viables y populares, y ha surgido un creciente consenso social y empresarial sobre las prácticas sostenibles. Sin embargo, sobre este progreso se cierne una historia de oportunidades perdidas y desafíos políticos que dificultan una acción climática eficaz. La inacción del pasado, influida por intereses políticos y económicos, ya ha erosionado los márgenes de seguridad...