La IA generativa en la práctica

Los rápidos avances de la IAGen la posicionan para perturbar su trabajo y su vida de forma radical.

La idea de que las máquinas podrían mostrar niveles de inteligencia similares a los humanos se remonta en realidad a 1950, cuando el informático, matemático y lógico británico Alan Turing introdujo la Prueba de Turing: las máquinas superan la prueba solo si un evaluador humano tiene dificultades para discernir si son una máquina o un humano. En los años 70 y 80, los primeros intentos de crear modelos de IA, o “sistemas expertos”, se vieron limitados porque las máquinas disponibles no podían “aprender”, sino que, en su lugar, necesitaban ser programadas para tomar decisiones. La revolución de las puntocoms y la aparición de la World Wide Web en la década de 1990 desencadenaron rápidos avances en campos relacionados como el análisis predictivo y la minería de datos. Estos avances fueron seguidos por la explosión de los macrodatos a principios de la década de 2000 y la introducción del aprendizaje profundo en la década de 2010, sentando las bases para los modelos de IAGen actuales.

Hoy en día, la IAGen demuestra un importante poder creativo debido...