La única mujer en el aula

Crecer

En el bachillerato rural al que asistió Eileen Pollack, no se le permitió ingresar a los cursos avanzados de física y matemáticas porque, como le dijo el director, “las chicas nunca avanzan en las ciencias y matemáticas”. Pollack creció en Liberty, Nueva York, una zona turística para la clase obrera donde sus abuelos eran propietarios de un hotel. La primaria no le resultó difícil sino hasta tercer grado. Hubo un momento clave cuando un maestro le dijo a Pollack que no se adelantara a leer y que esperara a que sus compañeros de clase la alcanzaran. Pollack se burló de sus compañeros varones y eso hizo que la llevaran a la oficina del director, quien la puso a prueba para ver si era lo suficientemente inteligente como para adelantarla un grado escolar. En lugar de hacerle preguntas sencillas de suma y resta, el director la puso a prueba con habilidades más difíciles y abstractas. Las autoridades de la escuela le dijeron a su madre que Pollack no era lo suficientemente madura o sociable como para adelantarla un grado. Un chico al que habían adelantado un grado era mucho menos maduro o sociable. Pollack resintió la injusticia.

En la secundaria, Pollack se topó ...