Los líderes deben ser siempre conscientes, metafóricamente, de la calidad del aire que ellos y sus equipos respiran. Piense en este aire como la cultura de su organización, sus ideas y mentalidades predominantes. ¿El “aire” de su lugar de trabajo es sano o está contaminado? ¿Construye a sus empleados o los desmorona? El consultor y autor Jason V. Barger insta a los líderes a construir su mentalidad y su cultura en torno a seis atributos fundacionales: claridad, inclusión, agilidad, agallas, descanso y sentido de propiedad. Los líderes que se centran en estas prioridades pueden ser el soplo de aire fresco que su gente y su organización necesitan.
Trabajar en una cultura con una mala mentalidad es tan perjudicial como respirar aire viciado.
El aire viciado le hará sentirse mal, agotará su energía, bajará su rendimiento y le minará a usted y a todo lo que diga y haga. Para sentirse bien, necesita aire fresco y limpio, no aire contaminado y tóxico. Del mismo modo en que las personas y los equipos necesitan aire respirable, también necesitan una mentalidad positiva, productiva y saludable.
Los mejores jefes de equipo y sus equipos cultivan un estado de ánimo y una cultura que alimenta la energía, la posibilidad, la conexión y el progreso. Estos equipos no trafican con toxinas como la culpa y la negatividad. Adoptan la positividad y el cambio beneficioso para mejorar su situación y la de todos los que les rodean. Tener una mentalidad positiva o de crecimiento le coloca a usted y a su equipo en una mejor posición para alinear sus acciones con su visión y sus valores. Para despertar la positividad del equipo, comparta historias y mensajes relacionables que impulsen la visión, la adaptabilidad y el sentido de pertenencia de los miembros de su equipo.
Los líderes productivos...
El consultor Jason V. Barger es también autor de Las culturas del termostato, Un paso atrás en la recogida de equipajes y ReMember. Fundador de Step Back Leadership LLC, es un conferenciante habitual sobre liderazgo, valores y visión.
Comentarios sobre este resumen
- Al igual que la sustancia química [oxígeno] alimenta la funcionalidad de todo nuestro cuerpo, también lo hacen las mentalidades y las acciones que experimentamos cada día.
- Las mejores culturas anclan sus valores y su visión de futuro en cada elemento de su historia organizativa. Es el aire que respiran.
- Es mucho más fácil aferrarse a los patrones, las rutinas o ‘la manera en que siempre lo hemos hecho’. Se requiere práctica para respirar de una manera nueva.
- Nunca se ha logrado nada grande sin un liderazgo consciente y el espíritu colectivo de una cultura de equipo centrada en una misión superior a uno mismo.
- Investigaciones han revelado que el rendimiento de categoría mundial se consigue
cuando se combinan 10.000 horas de práctica deliberada con 12.500 horas de descanso deliberado y 30.000 horas de sueño
- Algunos de nosotros somos líderes por título, pero la mayoría lo somos por la pura
realidad de que alguien está observando la forma en que nos movemos a lo largo de
nuestras [vidas]… y está tomando señales de cómo respondemos. Estamos influyendo en ellos.
No debemos dejar atrás el poder descansar, tener su propio tiempo que es fundamental y gozar de buena salud mental.