En un mundo altamente competitivo las empresas deben poseer una estrategia sólida que les permita triunfar sobre la competencia; ofrecer los mejores productos y servicios no es suficiente. Las compañías deben proyectar con claridad la manera en que esperan ganar contra sus competidores. Tener una estrategia implica elegir en qué mercado y con qué productos y canales espera competir, además de contar con las habilidades que le permitirán crear valor agregado. En este útil manual, los expertos en estrategia corporativa A. G. Lafley y Roger L. Martin le mostrarán como definir la mejor estrategia para su negocio así como la manera de gestionarla y evaluarla a lo largo del tiempo.
Una estrategia exitosa consiste en elegir eficazmente entre las opciones de la compañía para alcanzar los objetivos deseados.
Es frecuente que los líderes se muestren reacios a realizar elecciones ante los dilemas de gestión. Los líderes preferirían dejar todas las opciones abiertas en lugar de elegir. Sin embargo, tener una estrategia corporativa consiste precisamente en seleccionar con cuidado los mercados, segmentos y sectores en los que se competirá en detrimento de otras opciones. En este sentido, existen cinco errores básicos al proyectar una estrategia:
- Confundir la estrategia con la visión – La visión es parte de la estrategia, pero no es en sí misma una directriz ni un criterio para la acción productiva.
- Confundir la estrategia con un plan – El plan es la proyección de acciones específicas. La estrategia brinda un marco de acción para reaccionar ante eventos no esperados.
- Pensar que mantener una estrategia es imposible – Las empresas que piensan que para adaptarse a los cambios y ser flexibles deben renunciar a una estrategia son más vulnerables a los competidores...
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