Las narraciones y los números

Dos tribus

Desde una edad temprana, las personas se dividen en dos grupos: una tribu se enfoca en los números mientras la otra en las historias. Los pequeños que son adeptos a las cifras tienden a convertirse en ingenieros, matemáticos o contadores. A los que se les dificultan los números pero se les facilitan las palabras forman parte de la tribu de los narradores y estudian historia, literatura o filosofía. Cuando estos grupos ingresan a la fuerza laboral pertenecen a clanes diferentes que se comunican poco entre sí.

Los inversionistas y los gerentes deben cerrar esta diferencia entre los números y las narraciones. Una valoración de un negocio que carezca de una historia detrás es percibida como impersonal e indigna de confianza. Pero una historia sin el apoyo numérico puede parecer un fraude. Piense en cómo cada tribu contaría la historia de Ferrari, la afamada armadora de autos deportivos. Las personas con inclinación hacia los números hablarían de su crecimiento anual del 4% en ingresos y márgenes operativos del 18.2% antes de impuestos. Pero los datos duros solo resuenan en otras personas interesadas en los números e incluso ellas no los recordarán por mucho ...