Como antiguo adicto a los juegos, C. Thi Nguyen dice que puede sentir los mismos factores que hacen que los juegos sean tan satisfactorios en el discurso de las redes sociales: niveles, puntuaciones y objetivos simplificados. Esta gamificación impide el tipo de diálogos profundos, matizados y amistosos sobre un tema que se podrían tener con alguien cara a cara, y en su lugar promueve una versión simplificada de la indignación moral, que incluye expresiones breves y crueles. La cautivadora charla de Nguyen devela los preocupantes mecanismos que subyacen al discurso público moderno.
Gran parte de la comunicación moderna se adapta a la preferencia de las personas por la simplicidad, lo que conduce a una versión simplificada de la moral.
Ver el mundo a través de un sistema de valores matizado puede ser difícil y a menudo confuso. Los juicios morales resultan más gratos cuando las situaciones parecen claras, por lo que las personas tienden a preferir escenarios que no requieren complejas consideraciones de diferentes factores y perspectivas.
Ese aspecto de la naturaleza humana conduce a la polarización viciosa de gran parte de la comunicación en línea actual. Los canales sociales, como Twitter y Facebook, aprovechan los sistemas de valores y creencias morales simplificados y, por lo tanto, inducen a sus seguidores a un estado de estrechez de miras contagiosa.
Las cajas de resonancia le enseñan a la gente a desconfiar de los que están fuera, mientras que los filtros burbuja impiden que la gente los escuche.
La mayoría de la gente utiliza los términos filtro burbuja y caja de resonancia indistintamente, pero hay una diferencia importante: si está en ...
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