Rudyard Kipling
El libro de la selva
1894
¿De qué se trata?
Un libro infantil y de aventuras clásico y siempre cautivador: las vivencias del pequeño Mowgli con los animales salvajes de la selva.
- Literatura infantil
- Literatura victoriana
De qué se trata
La ley de la selva
“Olvídate de la preocupación”, canta Balú, el oso, en la película mundialmente conocida de Disney, El libro de la selva. Pero quien tome en sus manos la obra original de Kipling aprenderá que las cosas no están libres de preocupación en la selva. Mowgli, el niño criado por lobos, aprende la ley de la selva de sus dos mentores, el oso y la pantera. Debe salir avante de numerosos conflictos con el tigre Shere Kan, la manada de lobos y, finalmente, incluso con gente supersticiosa. Al igual que Mowgli, que tiene que superar varias pruebas en su transición a la edad adulta, también tienen que hacerlo algunos otros héroes animales en otras historias. Pronto queda claro que la vida en la selva no es nada fácil. Rudyard Kipling era un representante del imperialismo británico. Su patriotismo, que surge abiertamente en algunas historias, y su creencia en el mando y la obediencia resultan a veces algo extraños y han molestado a muchos críticos. A pesar de eso los cuentos de la selva de Kipling sobre la amistad, la preservación y la aventura merecen ser leídos.
Ideas fundamentales
- El libro de la selva se encuentra entre las obras más conocidas de Rudyard Kipling.
- Siete relatos individuales narran la vida en la selva, el océano y la estepa de la India.
- Los relatos más conocidos de El libro de la selva tratan de las aventuras del pequeño Mowgli, que fue criado por lobos.
- Amenazado por Shere Kan, el tigre, Mowgli debe buscar su lugar en la manada de lobos y defenderlo.
- De su parte están Balú, el oso, y Bagheera, la pantera, sus defensores y maestros.
- Solo después de aprender las leyes de la selva y robar el fuego de los humanos, Mowgli puede hacerle frente a su enemigo, Shere Kan.
- Después de una aventura con los humanos, finalmente logra matar al tigre.
- Otra historia habla de la pequeña foca blanca Kotick, que busca una guardería en el océano para las crías.
- El valiente Rikki, una mangosta, salva a una familia humana de las cobras.
- La conclusión son las vivencias del pequeño Toomai, que puede contemplar el baile de los elefantes, así como una conversación entre los animales de un campamento militar.
- La historia de Mowgli es conocida, sobre todo, por la exitosa película de dibujos animados de Disney.
- Kipling era un conocido representante del imperialismo británico y, con frecuencia, ha sido criticado como tal.
Resumen
Un humano entre lobos
Cuatro pequeñas bolitas de pelo retozan divertidas en la cueva de Padre Lobo y Madre Loba, quienes están felices por sus fuertes retoños. Un día reciben la visita no deseada del chacal Tabaqui, un ave carroñera y de mal agüero, que les comunica con orgullo una noticia desagradable: el tigre Shere Kan ha trasladado su territorio de caza a ese lugar y, además, para cazar humanos. De hecho, el tigre ataca un campamento de leñadores, pero de inmediato se quema las patas.
“El gran Shere Kan ha cambiado su territorio de caza. Hasta la próxima luna, cazará aquí en estas colinas; eso me dijo””.
De repente algo se mueve en la selva frente a la cueva de los lobos. Cuando investigan descubren a un cachorro humano pequeño, moreno y desnudo que rueda hacia los lobatos y se acurruca junto a la Madre Loba. Conmovida, se ve como la primera de su manada en criar un cachorro humano. No puede mantener alejado del niño a Shere Kan, que reclama furioso a su presa. En la siguiente reunión de los animales en la Roca del Lobo, ella presenta a Mowgli –como llama al cachorro humano– a Akela, el decano de los lobos. Este le advierte que si el niño se queda necesitará dos defensores que intercedan por él. Rápidamente se pronuncia el primero: Balú, el oso, quien sin ser lobo, es el único animal que tiene voz en el consejo de lobos. El segundo es Bagheera, la pantera negra, pero no tiene voz en la comunidad, por lo que a cambio ofrece a la manada un toro recién matado y con ello logra la aceptación del niño en la manada.
Secuestrado por una pandilla de monos
Pasan los años. Balú le muestra a Mowgli que también puede vivir magníficamente con nueces y frutos. Pasa mucho tiempo enseñándole a Mowgli la ley de la selva. Bagheera enseña al niño a trepar y lo anima a ir de caza. De los osos, pájaros y serpientes, Mowgli aprende una oración con la que puede llamar a sus amigos en momentos de peligro. Sin embargo, cuando el oso y la pantera se enteran de que Mowgli ha estado vagabundeando con los Bandar-log, el pueblo de monos inútiles, se enojan y le prohíben seguir tratando con los desterrados. Por supuesto, los monos, que solo quieren llamar la atención, no aceptan esto y secuestran al cachorro humano. La caza viaja tan rápidamente por encima de las copas de los árboles que el oso y la pantera no la pueden seguir. Mowgli llama a un ave de rapiña, el buitre Rann, y le encarga que los siga a él y a la banda de los monos para enterarse del camino e informar a Balú y a Bagheera. Mientras tanto, Balú se acuerda de Kaa, la serpiente. Este animal es el único enemigo al que deben temer los monos porque puede escalar del mismo modo que ellos. Con algo de suerte encuentran al enorme pitón y le informan lo que sucedió. La serpiente se convence rápidamente de ayudarlos a rescatar al cachorro humano.
La búsqueda de Kaa
En ese momento llega volando Rann y entrega el mensaje de Mowgli. Los monos se lo han llevado a su ciudad, las Moradas Frías, unas ruinas abandonadas. Al principio Mowgli está encantado con la ciudad semiderruida, pero ahora entiende por qué sus amigos desprecian a los Banda-log: sin terminar nunca nada se pasan el tiempo bailando, persiguiéndose, discutiendo por cualquier pequeñez y comportándose de manera bastante estúpida. Bagheera y Kaa llegan a la ciudad de los monos. La pantera se lanza de inmediato al ataque. Los monos se lanzan en masa contra la pantera, algunos agarran a Mowgli y lo encierran en la antigua cisterna de la ciudad, en medio de un nido de cobras. Pero con el llamado para las serpientes, el niño logra calmar a las cobras. Después de una larga lucha, también Balú aparece en la ciudad de los monos. Cuando por fin Kaa hace su entrada en escena, la pitón cautiva a los monos con una danza hipnótica. El rescatado Mowgli recibe una buena paliza por su desobediencia, pero luego todo vuelve a estar bien.
La separación
Bagheera le advierte con insistencia a Mowgli sobre Shere Kan. Para protegerse de él, Mowgli debe traer del campamento humano la “flor roja”, el fuego al que temen todos los animales de la selva. Mowgli roba de la aldea humana una olla con carbones encendidos y se dirige con ella a la reunión del Consejo. Akela se ve debilitado y ahora está cerca de ser sustituido, iniciativa impulsada principalmente por Shere Kan. Mowgli protesta, pero algunos lobos más jóvenes toman partido por el tigre. En el punto culminante del altercado, el niño arroja una rama marchita a las brasas ardientes, que se incendia en el acto. Mowgli lamenta la traición de los lobos a su jefe y renuncia públicamente a la manada. Quema la piel del tigre y amenaza con no dejar que se libre tan fácilmente la próxima vez. Entre lágrimas Mowgli deja a su familia de lobos para mudarse a la aldea humana.
Ajuste de cuentas con Shere Kan
En el asentamiento humano Mowgli es acogido cariñosamente por una mujer llamada Messua, que cree reconocer en él a su hijo, secuestrado por un tigre años atrás. Durante tres meses Mowgli estudia el idioma y los usos y costumbres de los humanos. Su amigo Hermano Gris, de la manada de lobos, le informa regularmente noticias de la selva. Shere Kan ha jurado vengarse pero por ahora se ha escapado. Cuando Mowgli escucha las conversaciones de los hombres se ríe de sus supersticiones. Incluso se atreve a criticar al cazador Buldeo cuando este afirma que el tigre Shere Kan cojea porque lo anima el espíritu de un prestamista cojo. Mowgli se convierte en pastor de búfalos. Un día aparecen Hermano Gris y Akela para advertirle al cachorro humano de un inminente ataque del tigre.
“La ley de la selva, que nunca dispone nada infundado, prohíbe a cualquier animal comer carne humana, salvo que mate para enseñar a sus cachorros cómo se hace, y después tiene que cazar fuera del territorio de caza de su manada o estirpe””.
Mowgli idea un plan: con ayuda de los dos lobos lleva a la manada de búfalos a un barranco donde Shere Kan acaba de comer. Azuza a los animales hacia el tigre demasiado perezoso para luchar. Shere Kan cae bajo los cascos de los búfalos. Mowgli comienza a desollar al tigre muerto, pero en el proceso se interpone el cazador Buldeo, quien reclama la piel del tigre. Pero Buldeo es sometido por los dos lobos y se da a la fuga. Cuando Mowgli regresa a la aldea casi lo lapidan. Buldeo les dijo a los aldeanos que Mowgli es un mago. Lo echan con cajas destempladas. El proscrito regresa a la Roca del Consejo con sus dos amigos lobos y extiende la piel de Shere Kan en el asiento de costumbre de Akela frente a la manada que se ha quedado sin líder. Los lobos arrepentidos quieren que Akela y Mowgli sean sus líderes, pero el niño se niega y prefiere cazar a partir de ahora en la selva solo en compañía de sus hermanos lobos.
La foca blanca
Novastosna, en la isla de San Pablo, ofrece cada primavera una magnífica imagen: casi 50 mil focas utilizan la punta noreste de la isla como guardería para sus crías. En medio de la continua guerra por el territorio, nace el bebé Kotick, una foca blanca. El pequeño pasa un tiempo estupendo jugando con las otras focas y haciendo sus primeros intentos de natación. Después de un año de aprendizaje en el mar Kotick regresa a Novastosna. Ahora es un “soltero”. Cuando unos hombres llegan a la playa Kotick no entiende al principio qué es lo que quieren, hasta que presencia el destino de algunos de sus hermanos, que son asesinados por los cazadores de focas. Indignado, Kotick huye a toda velocidad y termina totalmente sin aliento con los leones marinos. Ellos le informan a Kotick que la matanza de focas es muy común. Kotick solo tiene que encontrar una isla a la que ningún hombre pueda llegar y entonces, él y sus hermanos estarían a salvo. Durante cinco años cruza a nado los océanos en busca de un hogar para las focas. Está a punto de perder la esperanza cuando las vacas marinas lo llevan a una isla solitaria donde ningún hombre ha estado antes. Pero de regreso en Novastosna, Kotick no logra convencer a las otras focas de que lo sigan. Primero, tiene que probarse en la lucha. Fuerte y orgulloso como es, vence a todos los contrincantes. Finalmente, lo siguen algunas focas jóvenes y también otras ya maduras. Cada año son más las focas que siguen el llamado de Kotick y lo siguen a la isla desierta y segura.
La mangosta y la serpiente
La joven mangosta Rikki-Tikki-Tavi fue adoptada por una familia humana, quienes limpiaron su casa tras una inundación de verano y curaron a la maltratada mangosta, por lo que están seguros de la gratitud del animal. En el jardín Rikki se encuentra a los pájaros-sastre que se quejan de la pérdida de una de sus crías. ¡Nag, la cobra, se la había llevado! Junto con su esposa Nagaina, Nag intenta llevarse también a Rikki, pero la mangosta está demasiado atenta a las dos serpientes y no pueden. Por la noche, una rata almizclera le advierte a Rikki que Nag y Nagaina están planeando un ataque contra la familia humana y que Nag pretende entrar a la casa por la cañería del desagüe del baño. Rikki no lo puede permitir y lo espera en el baño. Cuando Nag va a salir, Rikki hinca los dientes en el cráneo de la cobra y lo zarandea casi hasta matarlo. El dueño de la casa escucha el ruido y le suelta a la serpiente una carga de perdigones. Pero Rikki no tiene tiempo para recrearse en la fama de sus hazañas: Nagaina sigue libre y, además, sus hijos podrían salir hoy de sus huevos. Con el pájaro-sastre, la mangosta organiza una maniobra de distracción, aleja a la cobra de su nido y rompe a mordiscos los huevos de la serpiente… todos, menos uno. Eso fue inteligente, porque Nagaina ya se deslizó dentro de la casa y amenaza al hijo pequeño de la familia llamado Teddy. Rikki reta a Nagaina a pelear por el último huevo. Persigue al animal hasta su nido bajo la tierra y sale victorioso de esta última pelea, la más peligrosa. En adelante ninguna serpiente se atreve a entrar más al jardín donde Rikki-Tikki-Tavi vigila.
Toomai, el de los elefantes
Kala Nag es el nombre de uno de los elefantes que más tiempo ha servido al gobierno de India. Durante 47 años ha jalado, empujado y transportado cargas. Toomai es su guía y, aunque solo tiene diez años, sabe exactamente cómo manejar al poderoso elefante. La noticia de la valentía del pequeño Toomai se ha extendido hasta llegar a oídos de Petersen Sahib, el patrón blanco de la caza de elefantes, quien elogia al pequeño Toomai pero también le dice que no se convertirá en un cazador hasta que haya visto “bailar” a los elefantes, aunque sabe bien que algo así nunca sucederá. Unas semanas más tarde, Toomai y su padre, junto con otros conductores, acompañan a algunos elefantes nuevos en su camino por las montañas. Por la noche Kala Nag escapa del campamento y huye a la selva, llevando al pequeño Toomai sobre su lomo. Así, Toomai puede asistir al asombroso acontecimiento que ocurre a continuación: en lo alto de una montaña cercana muchos elefantes se abren paso hacia un claro. Aquí apisonan a patadas su “salón de baile” e inician una danza silenciosa. El pequeño Toomai contempla sin aliento el fascinante espectáculo. Cuando, a la mañana siguiente, regresa al campamento de Petersen Sahib en el cuello de Kala, está completamente agotado. Petersen envía rastreadores y estos confirman la increíble historia del niño. El campamento celebra una gran fiesta en honor del pequeño Toomai, a quien de ahora en adelante llaman Toomai, el de los elefantes.
Al servicio de Su Majestad
El virrey de India y su invitado, el emir de Afganistán, visitan un campamento en Rawalpindi. Durante la noche los camellos se sueltan y devastan medio campamento. Algunos animales hablan del suceso. Un camello dice que tuvo pesadillas, que fue lo que provocó el levantamiento. El caballo y el mulo no hacen caso y comienzan a comparar sus respectivos servicios que ofrecen al ejército de los humanos. El caballo, instalado en la caballería, debe cuidar que su jinete no colisione con otros jinetes y salga victorioso en la batalla contra otros hombres. Por su parte, el mulo es un excelente montañista que transporta armas de fuego móviles por colinas empinadas. El camello no puede informar ninguna hazaña, pero destaca que desempeña un importante papel en la defensa: funge como tronera. Un elefante se acerca y explica que es el responsable de transportar piezas de artillería. Finalmente, también se unen a la conversación los bueyes, que se encargan de acercar las armas a las fortalezas enemigas. Causa una gran admiración que simplemente pasten tranquilamente después del trabajo. A la pregunta de un mulo sobre por qué, a fin de cuentas, tienen que luchar, los animales responden con un lapidario: “Órdenes son órdenes”. A la mañana siguiente, todos los animales participan en un impresionante desfile frente al virrey y su invitado, el emir, que está encantado por la interacción fluida y el funcionamiento de la cadena de mando.
Acerca del texto
Estructura y estilo
El libro de la selva consta de siete historias individuales. Las tres primeras son especialmente conocidas, tratan de las aventuras del cachorro humano Mowgli, que fue criado en la selva por lobos. El narrador se dirige con frecuencia directamente al lector, por ejemplo, cuando dice: “Ahora debemos acordar saltar diez u once años completos”. Estos saltos temporales son característicos de El libro de la selva, ya que Kipling no narra las vivencias de Mowgli en orden cronológico, sino que irrumpe en medio de una historia para contar una aventura anterior y solo más tarde se ocupa del curso de la primera historia. Los otros cuatro relatos deben distinguirse del círculo narrativo cerrado en torno a Mowgli y la manada de lobos, porque en ellos, en su mayoría, no hay humanos sino animales como personajes centrales: la foca blanca, la pequeña mangosta o los diferentes animales en el campamento. Kipling no solo precede cada narración con un poema o una canción, sino que también al final de cada historia se resumen otra vez los acontecimientos en forma lírica, por lo general desde el punto de vista de uno de los protagonistas. El estilo expresivo de Kipling es variado. Si bien narra las aventuras de Mowgli a una velocidad vertiginosa y con un entusiasmo tangible en cada página por la selva india, cambia las narraciones de los animales a un estilo infantilmente ingenuo, en el cual, por ejemplo, pueden aparecer interjecciones (palabras emotivas como “ah”, “ajá” o “ay”) o incluso onomatopeyas (expresiones emotivas conocidas de los cómics como “pam” o “grrr”).
Planteamientos de interpretación
- La trama de Mowgli, así como las historias de la mangosta y la foca blanca, presenta un proceso de maduración de los protagonistas a partir de un plano infantil: Mowgli debe imponerse a la manada de lobos y al tigre, e incluso a sus congéneres, debe aprobar con éxito una iniciación y madurar como líder.
- A diferencia de la película de Disney, Kipling no le resta de ninguna manera importancia a la vida en la selva: la ley de la selva, la lucha por la supervivencia y la opresión omnipresente de los débiles penden sobre todas las cosas. En el mundo selvático de Kipling, de acuerdo con el principio darwinista (social), prevalece la ley del más fuerte.
- Incluso la paz de Mowgli con los lobos sigue siendo engañosa: a fin de cuentas, los humanos y los animales provienen de mundos diferentes; los animales no soportan la mirada de Mowgli y, por tanto, lo rechazan. En consecuencia, Mowgli abandona la selva y, después de su regreso, finalmente también se da cuenta de que seguirá siendo un viajero entre los mundos.
- Kipling ha sido considerado por muchos críticos como anticuado, reaccionario y chovinista, entre otras cosas porque, al igual que en las fábulas tradicionales de animales, traza la imagen ideal de una sociedad estática en la que cada miembro debe tomar su lugar asignado y el cambio no es deseado.
- En particular, la historia “Al servicio de Su Majestad” habla de una doctrina claramente imperialista de dirigentes y dirigidos, de amos y sirvientes. Kipling fue un defensor del imperialismo, así que no es de sorprender que incluso haga que los animales del campamento militar discutan sobre el deber de la obediencia.
Antecedentes históricos
India como colonia del Imperio británico
Pax Britannica: el mundo bajo la dirección sabia y decidida del Imperio británico, esa era la visión de los británicos en la era del colonialismo. Sentían que eran una sociedad progresista y civilizada y, por tanto, con derecho a dirigir sociedades menos desarrolladas en su propio beneficio. El escritor Rudyard Kipling también profesaba ese móvil ideológico del imperialismo. Alrededor de 1600, en India, su país de nacimiento, los británicos fundaron la Compañía Británica de las Indias Orientales para competir con los portugueses y los holandeses ya establecidos y, en el siglo XVIII, también con los franceses. En 1783 los británicos asumieron de facto el gobierno de Bengala (India Oriental). Lograron incluso extender su esfera de influencia a todo el subcontinente indio mediante tácticas hábiles y sobornos a los gobernantes locales de Mogol. Los conquistadores introdujeron numerosas innovaciones, entre ellas el ferrocarril y los sistemas de riego. Los indios se mostraban escépticos y hostiles frente al gobierno británico. El 10 de mayo de 1857 las tensiones se descargaron en el levantamiento de los cipayos, desencadenado por el rumor de que los soldados indios (cipayos) debían utilizar cartuchos empapados en manteca de cerdo que, según sus creencias, contaminarían a los hombres. Después de la sangrienta represión de la rebelión los británicos disolvieron el sistema mogol y transfirieron formalmente la administración de India a la corona británica. A partir de 1876 la reina Victoria ostentó el título de Emperatriz de India. El nuevo imperio se celebró en Delhi con mucha pompa. La creciente miseria y la hambruna de la población planteaban problemas que los gobernantes extranjeros no podían manejar. En 1909 la Ley de los Concejos de la India dio un primer paso hacia la autodeterminación india, pero el trayecto para completar la liberación del dominio británico duró hasta mediados del siglo XX.
Origen
“Más bien, escribiría un libro de relatos antes que diseñar una nueva religión o una estructura básica contemporánea para nuestra vida social o política”, escribió Kipling en 1892 y empezó a trabajar en un libro para niños, probablemente bajo la impresión de su propia paternidad. El autor vivía en Estados Unidos en esa época. Kipling tomó prestado el motivo principal de la trama de Mowgli y, por tanto, el motivo de El libro de la selva, de su amigo el escritor Henry Rider Haggard, que había ideado una historia muy similar en Nada the Lily, en la que un niño es rescatado de un león por los lobos. En 1893 Kipling publicó el cuento corto En el Rukh, que hoy se considera precursor de El libro de la selva: aquí ya describe las vivencias del niño Mowgli, que fue criado por lobos y consigue poder sobre los animales de la selva. Para crear la necesaria atmósfera de la selva el autor británico nacido en India utilizó la Historia natural de Mammalia de India y Ceilán de Robert Armitage Sterndale, una novela autobiográfica del mismo autor titulada Seonee y un libro ilustrado.
Historia de la influencia de la obra
El libro de la selva, con sus siete relatos, apareció en 1894. Solo un año después Kipling añadió una continuación con otras ocho historias. A excepción de algunos críticos que estaban molestos por la actitud imperialista de Kipling, sus historias fueron bien recibidas. Un año después de la primera edición el libro apareció incluso en Braille para lectores ciegos. Kipling dijo que si hubiera sabido esto antes, habría escrito historias especiales de “tocar y oler”. En particular la trama de Mowgli gustó mucho a los lectores y rápidamente se convirtió en la “estrella” de las historias de Kipling. El tema del humano que crece fuera de la civilización fue retomado, entre otros, por Edgar Rice Burroughs, cuya novela Tarzán de los monos, de 1914, utilizó el mismo tema y se convirtió en el punto de partida de una omnipresencia mediática del habitante de la selva que se transporta mediante lianas. Asimismo, debido a su popularidad, la historia de Mowgli de Kipling ha sido adaptada una y otra vez, transformada en cómic y filmada varias veces. La adaptación cinematográfica con actores reales más conocida data de 1942. Sin embargo, la adaptación probablemente más exitosa del libro es la versión para dibujos animados de 1967 de los estudios Disney, que simplifica y minimiza ostensiblemente la trama, pero fue un éxito de taquilla sobre todo por las canciones pegadizas. Sin duda alguna la mayoría de las personas conocen hoy las aventuras de Mowgli a partir de la película de Disney.
Sobre el autor
Rudyard Kipling nació el 30 de diciembre de 1865 en Bombay y pasó ahí los primeros años de su vida. Sus padres gozaban de una posición acomodada, su padre dirigía la Academia de las Artes y, más tarde, el museo de Lahore. La vida bien protegida de Rudyard terminó súbitamente cuando sus padres decidieron enviarlo a Inglaterra cuando tenía cinco años para que se educara y desarrollara allí. Se inició una época sombría para Kipling: sus padres tutelares ingleses eran estrictos, sumamente religiosos y no trataban al niño con sensibilidad. Sufría de insomnio, que lo acompañaría toda su vida. A los 12 años sus padres lo enviaron a un internado. Kipling disfrutó de ese tiempo pues llegó a conocer la verdadera camaradería. La carrera de oficial, para la que la escuela lo debía preparar en primer lugar, no era una opción para Kipling debido a una debilidad visual. Por consiguiente a los 17 años regresó a India y, por mediación de su padre, aceptó un trabajo como periodista en la Civil & Military Gazzette. A partir de 1885 Kipling empezó a publicar cuentos en el periódico con cierto éxito y una colección de sus obras se publicó en 1888 en forma de libro. Las experiencias de la vida colonial impresionaron considerablemente al joven autor e influyeron en sus historias. A partir de 1887 trabajó para el Pioneer, lo que le proporcionó una intensa actividad de viajes. A su regreso a Inglaterra en 1889 ya era famoso y lo consideraban como el heredero de Charles Dickens. En 1892 Kipling se casó y se mudó con su esposa a Estados Unidos. Su hijo y su hija nacieron en Nueva Inglaterra y allí también trabajó en El libro de la selva (1894). En 1897 regresó a Inglaterra junto con su familia. En 1899 se publicó su poema La carga del hombre blanco. Esta expresión se ha interpretado a menudo como un eufemismo para el imperialismo. En 1901 apareció Kim, probablemente el trabajo más importante de Kipling. En 1907 recibió el Premio Nobel de Literatura. Después de la Primera Guerra Mundial, sacudido por la muerte de su hijo, Kipling tuvo cada vez menos éxito. Murió el 18 de enero de 1936 en Londres.
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