El exceso de trabajo se ha convertido en una epidemia en la cultura empresarial actual. Los ejecutivos llegan a la oficina antes del amanecer o se quedan hasta altas horas de la noche por miedo a que sus carreras se derrumben si se relajan un momento. El empresario Aaron Edelheit sostiene que el exceso de trabajo extremo es insalubre y erróneo desde el punto de vista de los negocios. Los trabajadores agotados y estresados suelen ser menos productivos, menos creativos y más propensos a cometer errores. Edelheit propone una cura elegante: reservar un periodo de 24 horas a la semana durante el cual se relaje y se desconecte totalmente del trabajo.
Todo trabajo y nada de juego llevan a un rendimiento inferior.
El exceso de trabajo es la nueva norma. Muchos profesionales creen que trabajar largas horas y empujarse hasta el punto del agotamiento trae el éxito. Estos esfuerzos hercúleos no son tan fructíferos como mucha gente cree. Así, es más probable que socave su rendimiento laboral, debilite su salud y corroa sus relaciones personales.
Afortunadamente, existe un arreglo que permite trabajar duro sin incurrir en consecuencias negativas. La antigua tradición del sabbat ofrece la práctica de dedicar un día de la semana al descanso y la relajación. No trabaje en su día de “descanso duro”, y corte temporalmente cualquier conexión –particularmente, las conexiones digitales– con su trabajo.
Estados Unidos sufre una epidemia de exceso de trabajo.
El trabajo se está apoderando cada vez más de la vida de las personas. Los estadounidenses están trabajando más horas y tomando menos días de vacaciones. Gracias a la tecnología, se mantienen en contacto con la oficina incluso durante los descansos. Según una encuesta de la Oficina de Estadísticas Laborales, ...
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