Pocas corporaciones industriales considerarían aceptable una tasa de éxito del 25 al 35%, pero ese es el promedio de los megaproyectos de mil millones de dólares o más. Edward W. Merrow, experto en megaproyectos, explica por qué muchos de esos intentos fracasan y qué pueden hacer los propietarios para lograr sus objetivos comerciales. El libro de Merrow puede parecer árido, pero resulta atractivo y revelador. getAbstract recomienda esta lectura a los directores de proyectos, patrocinadores, inversionistas, miembros de las juntas directivas y altos ejecutivos de las corporaciones industriales.
Cuando el proyecto Sajalín-2 de Shell Oil excedió el presupuesto en más de US$10 mil millones, la reputación de la compañía se vio afectada y Rusia nacionalizó una gran parte del proyecto. En el 2005, la plataforma Thunder Horse de British Petroleum, situada en el Golfo de México, tuvo una falla estructural. En 1999, cuando el proyecto Hot Briquetted Iron de BHP Billiton fracasó, el valor de mercado de la compañía bajó más del 50%.
Las compañías industriales de “petróleo, químicos, minerales, electricidad y ramos relacionados” suelen impedir que se haga pública la información sobre los desastres de sus megaproyectos; sin embargo, una extensa información indica que el 65% de los megaproyectos con valor de mil millones de dólares o más fracasa en sus objetivos comerciales. En el caso de algunos megaproyectos, la tasa de fracaso es del 75%. En el ramo del petróleo, casi el 80% de los megaproyectos fracasa.
Un megaproyecto que fracasa puede diezmar a los accionistas de una corporación o sacarla del negocio; sin embargo, una extensa investigación indica que cuanto más importante es un megaproyecto para las finanzas de una corporación industrial tanto menos probable es que...
Comentarios sobre este resumen o Démarrer une discussion